¿Quién se queda La Fe antigua?

Mientras se recrudecen las acusaciones de que el traslado del hospital La Fe al macroedificio de Malilla fue precipitado, la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Ana Botella, entró ayer de lleno en el debate sobre lo que piensa hacer la Generalitat con los edificios a los que Sanidad ha echado el cierre en la antigua ciudad sanitaria. Y reclamó a la Administración autonómica que aclare su postura cuanto antes.

Botella recordó que la titularidad del solar de Campanar corresponde a la Tesorería General de la Seguridad Social, a pesar de que la gestión de los inmuebles que se levantan sobre estos terrenos estuviera en manos de la Consejería de Sanidad. La Generalitat solo puede retener los edificios si mantiene el uso sanitario. De momento, ya ha cerrado los pabellones de enfermería, rehabilitación, infantil y maternal. Solo el pabellón central y el de gobierno seguirán teniendo una finalidad asistencial. En ellos ya funcionan un hospital de media y larga estancia, un servicio de urgencias y distintas oficinas. Y, tras la renuncia a construir un hospital comarcal, no parece que vaya a haber mucha más actividad sanitaria en la zona.

Se han cerrado las áreas de enfermería, infantil, maternal y rehabilitación

La delegada del Gobierno indicó que la Tesorería General de la Seguridad Social ha remitido escritos a Sanidad para conocer el futuro uso del hospital y no se ha recibido "ninguna respuesta".

Sanidad apunta que esta cuestión ya se ha tratado en un encuentro al que asistieron el secretario autonómico y el director general de recursos económicos de Sanidad, y el director general de la Tesorería de la Seguridad Social. "Hasta que no finalice el traslado no se sabrán exactamente cuáles serán las necesidades de espacio", indican desde el departamento que dirige Manuel Cervera. De momento, hay edificios auxiliares de Campanar, como la lavandería o diversos almacenes, que sirven no solo al nuevo hospital, sino a otros. O servicios como el de medicina nuclear, pendiente de traslado.

"Luego habrá que ver qué espacios se liberan o cómo se ceden", indican desde Sanidad. Si el Consell quiere quedarse con alguno de ellos tendría que comprarlos -lo que no parece muy probable dada su debilidad financiera- o cambiárselos al Gobierno por otros solares. En todo caso, no sería para darle uso sanitario, al menos "a corto plazo", comentan fuentes de la consejería.