Ares subraya que multar es una "obligación" para los agentes

El consejero de Interior, Rodolfo Ares, advirtió ayer a los sindicatos de la Ertzaintza Erne, Esen, Sipe y Euspel, que iniciaron ayer una huelga de bolis caídos para poner menos multas, que ninguna medida de este tipo puede provocar inseguridad en el tráfico y recalcó que los agentes tienen la "obligación" de denunciar todas las infracciones.

La protesta sindical, originada por cuestiones como la rebaja salarial aplicada a todos los funcionarios, la falta de regulación de la segunda actividad de los agentes mayores de edad y la carencia de un convenio colectivo desde hacer cuatro años, prevé la imposición de menos multas de tráfico por infracciones leves, como no llevar puesto el cinturón de seguridad o usar el teléfono móvil sin dispositivos manos libres al volante. En este sentido, Ares indicó que esta última infracción que los sindicatos definen como leve "ha estado siempre tipificada como infracción grave, con multas de 600 euros y la pérdida de tres puntos".

"El objetivo de las sanciones es velar por la seguridad vial", recuerda el consejero

Igualmente, el responsable de Interior se refirió a la intención de las citadas centrales de no denunciar las irregularidades en los tacógrafos que emplean los camiones. Según apuntó, esta medida no afectará a las arcas del Gobierno vasco puesto que la recaudación por esa vía se dirige a cada Diputación.

Así, Ares recordó que el principal objetivo de las denuncias y de las sanciones no es recaudar dinero, sino "velar por el cumplimiento de la ley, la seguridad vial y la seguridad del conjunto de la ciudadanía". También afirmó que todas las políticas impulsadas por el Ejecutivo caminan en esta línea.

El consejero de Interior volvió a pedir a Erne, Esan y Sipe - Euspel no tiene representación- que permanezcan en la mesa de negociación del convenio, pero abandonando posiciones "intransigentes y maximalistas" y con voluntad de alcanzar acuerdos. Además, y aunque confía "mucho" en la profesionalidad y el "buen hacer" de los agentes, Ares anunció que responsables de las unidades de la Ertzaintza seguirán las movilizaciones de los bolis caídos.

"Con la crisis, hay que arrimar el hombro", consideró el consejero de Interior, que reiteró que las reivindicaciones planteadas por las cuatro centrales de la Ertzaintza representan un coste económico de aproximadamente 30 millones de euros para el Ejecutivo vasco porque están "fuera de la realidad".

En esta línea, Ares subrayó la dificultad que conlleva alcanzar acuerdos con la actual "fragmentación" sindical y aseguró que no permitirá que estos pretendan ejercer de "codirectores" del departamento de Interior, ya que lo dirigen él y su equipo.

Interior y los sindicatos llevan meses negociando sobre la regulación de la segunda actividad de los agentes y el convenio colectivo. Erne, Esan y Sipe han vuelto a la mesa de negociación que abandonaron, mientras que los otros dos representados, ELA y CC OO, continuaron en este órgano de negociación durante las reuniones convocadas.

La propuesta que defiende Interior es regular la segunda actividad de los agentes a partir de los 57 años, posibilitando que los ertzainas que lleguen a esa edad no trabajen de noche si así lo solicitasen.

Según Ares, las centrales piden una "prejubilación encubierta" y regular la actividad de los agentes a partir de los 55 años y que "se vayan a sus casas cobrando directamente o de forma progresiva el 100% de su trabajo".