"Existe un ambiente de frustración total en la Universidad"
Es catedrático de Lengua Española en la Facultad de Filología de la UCM, donde fue decano de 1988 a 1996. Jesús Sánchez Lobato (Noja, 1946) es el candidato menos conocido, según una encuesta de la Universidad. Es de los pocos que no se define políticamente durante la entrevista.
Pregunta. ¿Habrá o no elecciones el 6 de abril?
Respuesta. Tenemos una reunión en el rectorado [prevista ayer por la tarde]. No le puedo adelantar más. Mi posición es de concordia, pero ha habido una negligencia.
P. ¿Preferiría que se mantuviera la fecha?
R. Quiero que se cumpla la ley, eso siempre beneficia a las sociedades civilizadas.
P. Hace 15 años que dejó su puesto como decano. ¿Ha ejercido cargos en ese periodo?
"Propongo reducir la docencia de los profesores a partir de los 60 años"
"No me veo de vicerrector si gana alguno de los otros aspirantes"
R. He gestionado muchísimos cursos en universidades extranjeras y de España.
P. ¿Por qué se presenta?
R. Porque no me reconozco con la UCM, no me gusta la deriva que ha tomado. No ha liderado la reforma de los planes de estudio y ha perdido peso en investigación. Existe un ambiente de frustración total de los grandes maestros.
P. ¿Por qué cree que es la persona para liderar ese cambio?
R. Tengo las fuerzas necesarias y suficiente gestión a mis espaldas para saber qué cambiar. Pero nadie es capaz de hacerlo por sí solo. Si salgo elegido rector, estaré con los mejores.
P. ¿Cuáles son sus respaldos?
R. A mi lado hay muchos profesores reconocidos nacional e internacionalmente.
P. ¿Qué hacer con las capillas en las universidades públicas?
R. Hay unos acuerdos en vigor firmados por el rector. Mientras duren, respetarlos. Después la comunidad universitaria tendrá que plantearse en cada centro si los mantiene, los elimina o los convierte en un centro ecuménico.
P. ¿Cuál es su opinión?
R. Si soy rector, mi opinión no prevalecerá. Será consensuado. Como persona, claro que tengo una postura. El Estado dice que se separen los símbolos religiosos de los civiles. Si yo hiciera un edificio nuevo para una facultad, no incluiría una capilla.
P. ¿Cuáles son sus principales medidas para profesores, administrativos y alumnos?
R. Potenciar que todo pase por el claustro por transparencia. Propongo una reducción de la docencia regular de los profesores cuando cumplan 60 años. A los 63, un 50% y a los 75, un 75%, para que aprovechen ese tiempo para formar a los jóvenes. En cuatro o cinco años, el 40% de los profesores universitarios se jubila. Deben entrar jóvenes profesores para paliar ese déficit. Y voy a proponer un año sabático cada 10 años para acabar investigaciones (ahora es cada 25). Con relación al personal de administración y servicios, hay que recatalogar al personal, formarlo y hacer dos concursos de traslado anuales como plan de choque.
P. ¿Y para los estudiantes?
R. Una agencia de empleo profesional para los alumnos en el penúltimo año de carrera. Así harán prácticas y les abriremos las puertas a un empleo.
P. Una encuesta de la Escuela de Estadística sobre intención de voto le sitúa entre los menos conocidos que no pasan a la segunda vuelta. ¿Considera que tiene opciones?
R. La he visto. No le di mayor importancia, pero puede ser, a juicio de quienes la hicieron, una tendencia que en aquel momento se tenía. Yo fui el último candidato que se presentó y en mi lanzamiento la prensa no estuvo detrás.
P. ¿Le gustaría ser vicerrector del equipo vencedor?
R. Como no me lo he planteado, no me veo de vicerrector en ninguno de los otros equipos. Sí me veo apoyando a la universidad desde mi puesto de profesor o inclusive en otra opción.
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