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Liberada una niña a los 45 minutos de ser secuestrada

F. Javier Barroso

Justo 45 minutos. Eso es lo que tardó ayer la policía en liberar a una niña de cinco años que fue secuestrada a la salida de su colegio, el Calasanz, en Guadalajara. Los agentes detuvieron a uno de los dos supuestos criminales, Juan Manuel L. G., de 47 años, en Alcalá de Henares, mientras que el otro logró huir. Los agentes de la Policía Judicial de las ciudades alcarreña y complutense investigan si se trataba de un secuestro exprés, ya que la víctima es hija de un reconocido empresario.

Los hechos ocurrieron a la una de la tarde cuando la niña se marchaba junto con su cuidadora a comer. Esperaron a que ambas estuvieran en una calle sin apenas gente para atacarlas. Los delincuentes golpearon a la mujer y metieron a la niña en un modelo antiguo de Mercedes de color azul oscuro. La cuidadora llamó de inmediato al 091 -teléfono de emergencias de la policía- y denunció lo que había pasado. Supuestamente los criminales habían huido en dirección a Madrid.

El jefe del 091 de Guadalajara alertó a las comisarías de Alcalá de Henares y Torrejón de Ardoz. Una patrulla localizó el coche en la vía de servicio, a la altura del centro comercial Cuadernillos de Guadalajara. En la parte delantera iba el conductor, mientras que en los asientos traseros iban otro adulto y la menor. Los agentes siguieron el vehículo de forma discreta hasta que comprobaron que los atacantes tenían intención de entrar en el centro de Alcalá de Henares. Allí gozarían de más facilidades para huir.

Antecedentes por robo

Los agentes cerraron el paso con su vehículo al Mercedes y los dos ocupantes intentaron huir, sin esgrimir ningún tipo de arma. Los policías lograron detener a las 13.45 a Juan Manuel L. G., que reside en Alcalá de Henares. Tiene antecedentes por delitos contra el patrimonio (robos), pero ninguno por tentativa de secuestro, según explicó el comisario jefe de Alcalá, Jesús Figón.

El conductor de los secuestradores consiguió escabullirse y huir al centro de la capital, donde se le perdió la pista. La prioridad de la policía fue verificar el estado de salud de la niña. Tras comprobar que la menor se encontraba bien, avisaron a la familia y montaron un dispositivo para intentar detener al delincuente huido. "No hubo ningún momento de tensión. Fue una cuestión de segundos. Cuando hicimos el cierre, ellos frenaron y se fueron", concluyó Figón.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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