Neymar pide paso
El delantero brasileño rompe a Escocia (0-2) al tiempo que la afición le tira un plátano
Le tiraron un plátano, en un gesto tan desagradable como racista. Lo vio de refilón. Estaba para otras cosas, para descuartizar a Escocia, para laurearse en la selección brasileña y para ganarse un sitio en Europa. "Vi el plátano en el césped. Es triste que suceda esto. Pero no me preocupa", resolvió Neymar (São Paulo, Brasil; 1992), el ariete del Santos, el martillo de Brasil.
Antes del encuentro, los aficionados del Emirates dedicaron una ovación de aúpa a Ronaldo, retirado del fútbol, estrella del área en la última década y media. Tras él, han pasado por la punta canarinha jugadores como Adriano, Fred, Vágner Love, Oliveira, Robinho, Jõ y Luis Fabiano, titular en el último Mundial. Ahora, el puesto, y con permiso de Pato y Nilmar, lesionados, es de Neymar.
Peinado al estilo mohicano, de eléctricas bicicletas y quiebros relampagueantes, Neymar no pasa inadvertido. Le sobra carácter. Y fútbol. Solo así se entiende que el ataque de Brasil pase por sus botas. Que organice un baile tras su primer gol a Escocia, con un golpeo seco, sin apenas tiempo para armar la pierna, ajustado al palo y por el único hueco que existía. Que note contacto en el área y se tire con picardía. Que nadie le discuta el lanzamiento. Que firme dos goles.
Peor en el remate estuvo Argentina, que empató (1-1, goles de Cambiasso y Agudelo) en su visita a la selección de Estados Unidos. "Lo importante es que la idea del juego está clara", sostuvo Messi; "y, como ya sabemos cuál es nuestro juego, iremos a mejor". Y menos preocupado anda Joachim Löw, seleccionador de Alemania, que liberó para el próximo amistoso (la visita de mañana de Australia) a Özil y Khedira. Considera el técnico, en un guiño a Mourinho, que los dos madridistas están cansados.
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