Una nueva fórmula de negocio
Constructoras y bancos se apuntan a cofinanciar infraestructuras públicas
La cofinanciación público-privada puede ser una fórmula exitosa para la construcción de nuevas infraestructuras, a tenor de la cantidad de ofertas presentadas para la ejecución de la primera carretera licitada por este método, la autovía A-308 entre Iznalloz y Darro. Siete propuestas y 28 empresas compiten por realizar esta vía, alternativa al trazado más delicado de la A-92, presupuestada en 200 millones de euros.
Las obligaciones de reducción del déficit público y la necesidad de contener el gasto para estabilizar las haciendas de las administraciones ante la acuciante crisis, llevó a la Junta en 2010 a hacer una apuesta por dar entrada a la iniciativa privada en la financiación de determinadas actuaciones. Además de buscar fórmulas jurídicas y procedimientos adecuados, complejos de resolver, la principal incógnita de la fórmula era el interés real que las constructoras y, sobre todo, las entidades financieras, podrían tener. La Junta tiene previsto licitar mediante esta fórmula carreteras y puertos deportivos, presupuestados en 2.676 millones de pesetas.
A tenor de la respuesta a la primera carretera licitada mediante este método, todo indica que las constructoras parecen comprometidas en una alternativa que, dada la época de crisis, les garantiza mantener la actividad de obra pública. La Consejería de Obras Públicas y Vivienda valora "de forma muy satisfactoria la respuesta del sector atendiendo a la calidad y cantidad de las ofertas presentadas". La cofinanciación implica que las empresas que resulten adjudicatarias ejecutan la infraestructura con su dinero, y la inversión pública se difiere hasta la entrada en servicio de la obra. Entonces, la Junta programará los pagos en función de la disponibilidad económica con un canon por el mantenimiento y conservación de la obra. Es decir, se construye una obra pero no repercute en los presupuestos públicos hasta que no está concluida.
Al concurso para la concesión de la A-308 se han presentado siete ofertas que agrupan a un total de 28 constructoras, fondos de inversión y entidades financieras, de las cuales 13 son andaluzas. Han acudido los principales grupos constructores nacionales como Dragados, Sacyr, Ferrovial, Fomento de Construcciones y Contratas, Azvi, OHL, Acciona o las andaluzas Grupo Vera y Sando. Hay además dos grupos de inversión internacionales, uno que agrupa a varias cajas de ahorro españolas, Concessia.
El proyecto de la A-308 es una carretera estratégica pues supone una alternativa al tramo más conflictivo de la A-92 donde se han producido varios desprendimientos y roturas de la vía por las características del terreno, y además el paso del puerto de La Mora suele cerrarse cuando se producen nevadas. La A-308 es una autovía de 37 kilómetros entre Iznalloz y Darro, que permitirá circular desde el interior de Andalucía hasta Almería o Murcia sin pasar por el área metropolitana de Granada ni por el puerto de La Mora, al conectar la A-44 (autovía Granada-Jaén) con la A-92 en Darro. Se estima que su construcción propiciará más de 3.000 empleos, más de la mitad directos. Es una vía con un gran volumen de tráfico, que no alcanzan ni de lejos otras carreteras que la Junta quiere licitar por esta fórmula.
Sin embargo, a la ampliación del puerto de La Bajadilla, en Marbella, solo se han presentado dos ofertas. La Junta prefiere no sacar conclusiones de este concurso, aunque esperaba más ofertas, y prefiere esperar a la licitación del puerto de Carboneras, para darle más valor como test.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.