Chitón. Historia de una infancia
Raymond Federman (1928- 2009) es un escritor de la tribu de Beckett, Perec, Levé y tantos otros autores más o menos rimbaudianos, que alegran, trastocan y a veces revolucionan la literatura adocenada y estúpida de la que se nutren los lectores de todas las épocas. Obviamente, no estamos ante un superventas. Los escritores como Federman piensan que la literatura es algo demasiado serio (y demasiado alegre) como para sucumbir a las leyes del mercado. El libro que parece ahora en español, Chitón, es una obra admirable se mire como se mire, y quizá una de las más originales y sorprendentes de toda la literatura judía posterior al Holocausto. Huyendo de la narración lineal pero también de toda clase de oscuridades expresivas, Federman aborda aquí su vida (la infancia, la adolescencia, la deportación, la barbarie, la locura) con la alegría y la crueldad lúdica de un colegial. La novela parece pura música de jazz, llena de felices contrapuntos, con dos niveles narrativos perfectamente diferenciados, e incluyendo aforismos (algunos asombrosos), poemas, canciones, peripecias y reflexiones en torno a una única palabra: "Chitón", que fue lo que le dijo su madre cuando lo encerró en un cuarto librándolo de la muerte en Auschwitz. Sorprende lo felizmente que articula Federman toda su narración en torno a esta palabra con la que se inicia y se concluye el relato y que conforma el más claro leitmotiv de la historia: de su historia personal y de la colectiva: ¡silencio! El resultado final es un libro plenamente innovador en el que se conjugan la novela familiar, la memoria personal, el juego, la ironía, el sarcasmo, la discontinuidad, la honestidad, la broma, la profundidad abismal y la invención literaria. Imprescindible para lectores que buscan en la literatura una de las formas de la verdad.
Chitón. Historia de una infancia
Raymond Federman
Traducción de María Teresa de los Ríos
Turpial. Madrid, 2011
220 páginas. 21 euros
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