Seis años y medio de cárcel por el doble atropello mortal de Sevilla
El juez condena al conductor por dos delitos de homicidio imprudente
El Juzgado de lo Penal 8 de Sevilla ha condenado a seis años y medio de cárcel a Fernando Vargas, el acusado de atropellar mortalmente a dos jóvenes en el Paseo Colón de la capital en la pasada Semana Santa de 2010. En la sentencia, la juez imputa a Vargas dos delitos de homicidio imprudente, un delito de omisión del deber de socorro, y un delito contra la seguridad vial derivado de conducir sin tener en vigor el permiso de conducir, según han informado fuentes del caso.
El juicio quedó visto para sentencia el pasado 25 de febrero después de que los peritos certificasen que el acusado, Fernando Vargas, de 35 años, circulaba en el momento del atropello a 128 kilómetros por hora, pese a la limitación a 50. El fiscal había pedido un total de nueve años y medio de cárcel y las familias de las víctimas 12 y 36 años, respectivamente, mientras que la defensa negó que el conductor huyese del lugar y sostuvo que desconocía tener el carné retirado, por lo que pidió la absolución, con la posibilidad de una condena alternativa de dos meses de cárcel por dos faltas de lesiones.
La Guardia Civil detiene al hombre que arrolló a un peatón en Níjar
Durante la celebración de la vista oral el pasado mes de febrero, el acusado aseguró que el semáforo donde tuvo lugar el atropello, ubicado frente a la Torre del Oro, estaba en verde, que circulaba a 60 kilómetros por hora y que "en ningún momento" vio a las víctimas, Patricia Alfaro y Almudena González, de 26 y 30 años. Según aseguró Vargas, cuando sintió el impacto levantó "el pie del acelerador", fue frenando y orillándose a la derecha con el objetivo de parar porque "nunca" se quiso dar a la fuga.
Sin embargo, los informes de los peritos y la policía recogieron que el coche se detuvo por una avería causada por un fuerte impacto. Un experto en reconstrucción de accidentes declaró también ante la juez que el conductor circulaba en el caso más favorable para él a unos 90 kilómetros por hora y que, de haber respetado la limitación, las víctimas habrían sufrido fracturas y hematomas pero no habrían fallecido. Por su parte, un perito de la Policía Local aseguró que el coche del acusado tenía fundida una de las luces traseras de freno, lo que podría explicar que algunos testigos no le vieran frenar tras el atropello.
Por otra parte, la Guardia Civil ha detenido al conductor de una furgoneta por atropellar mortalmente a un peatón en Níjar (Almería) y dar positivo en la prueba de alcoholemia, según informaron ayer fuentes de la Subdelegación del Gobierno. El suceso ocurrió a las 15.30 del pasado sábado en el kilómetro 8,3 de la carretera AL-3111, en el término municipal de Níjar. A causa del atropello falleció J. V. S., de 35 años y vecino de esta localidad. El conductor fue detenido después de que la prueba de alcoholemia revelara una tasa de alcohol tres veces más alta de la permitida.
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