_
_
_
_
Crítica:FERIA DE FALLAS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Dos toreros valientes

Cuatro de los seis toros de Adolfo Martín fueron ovacionados de salida: los tres primeros y el sexto. No es que cuarto y quinto no fueran toros de bella estampa, si no que aquellos superaban con creces lo acostumbrado en esta plaza. Hermosos sobre todo por sus impresionantes perchas. El que cerró plaza, veleto y cornipaso fue la guinda a pastel tan monumental.

De esa formidable pantalla a lo que realmente fueron, un trecho. Y, posiblemente, una pequeña decepción. Tuvieron hasta un fondo de nobleza, aunque tampoco fueron de perdonar el mínimo descuido. Así lo pagó Alberto Aguilar en el espectacular sexto. De fuerzas justas, en la tónica general del conjunto, se lo pensaba un poco al embestir por el lado derecho y sin acabar el viaje. Por este pitón cargó la faena Aguilar, con mucha porfía. Cambió de mano y el toro le observó más de la cuenta. Una pequeña duda de Aguilar, que no resolvió a tiempo, fue suficiente para que el adolfo, asegurada la presa, lo prendiera. Visiblemente herido, con la pierna ensangrentada, Aguilar acabó con gallardía con el toro.

MARTÍN / RAFAELILLO, SÁNCHEZ, AGUILAR

Toros de Adolfo Martín. De impresionante presencia y algo parados.

Rafaelillo: pinchazo y dos descabellos (silencio); estocada (silencio).

Tomás Sánchez: estocada -aviso- (oreja); pinchazo -aviso-, estocada -segundo aviso- y descabello (saludos).

Alberto Ramírez: pinchazo -aviso- y media (saludos); pinchazo y estocada (oreja).

Plaza de Valencia, 20 de marzo. Undécima y última de Fallas. Media entrada.

Enfermería: Alberto Aguilar fue asistido de una cornada de 10 centímetros en la cara tibial anterior izquierda que contusiona la arteria, de carácter grave.

El otro premio de la tarde se lo llevó Tomás Sánchez del segundo. De considerable arboladura; dos velas astifinas por astas. Mansito, saltó al callejón, se puso a disposición del torero con las naturales reservas. Pensador, de mirada incierta, avisaba que cualquier duda se pagaría caro. Tomás Sánchez le aguantó la mirada. Tan firme como tranquilo, le anduvo sobre la derecha con una solvencia casi abrumadora. Seria labor. Impropia de quien torea tan poco, por eso sorprendió todavía más. Duro el toro para morir, a pesar del espadazo que le soltó Tomás Sánchez volcándose de corazón.

Del quinto se le escapó a Tomás Sánchez el premio por demorarse con la espada. Buscaba el toro las zapatillas del diestro y se revolvía con peligrosas intenciones por el pitón derecho. Descubierto ese secreto a voces, Tomás Sánchez no perdió el norte y se dispuso con la izquierda. Una serie al natural, rebozado de toro, pareció poner la faena en órbita. Pero al rematar por el lado del peligro, tropezó y cayó ante la cara del toro. Nobleza de fondo de ese animal que, con la presa a su merced, no hizo nada por ensañarse. Un mérito añadido, en estos casos de toros tan listos, fue que Sánchez alargó la faena cuanto quiso y casi como quiso. Lástima de espada, que esfumó la puerta grande.

El tercero de la tarde, con dos gatillos espectaculares por cuernos, se lo pensó al tomar la muleta. Mas no fue pensamiento de esconder aviesas intenciones por su lado bueno, el derecho. Diríase que se dejó. Con la cabeza despejada, Alberto Aguilar le puso hasta buen gusto a compás abierto. No fue lo mismo por el otro pitón. No pasaba el toro. Y miraba. De vuelta a la derecha, ya no hubo más posibilidades.

Rafaelillo dejó que macharan en varas a su primero y lo acusó después. La proverbial facilidad del torero con este tipo de toros fue suficiente para superar un simple trámite. El cuarto, como una excepción del lote, apenas se tuvo en pie. Rafaelillo abrevió y aquí paz y allá gloria.

Novillada matinal

Por la mañana, con menos de media entrada, tuvo lugar la 10ª de abono. Con novillos de Guadaira, de poco juego y fuerzas, actuaron Miguel Giménez, Diego Silveti y López Simón. Los dos primeros fueron ovacionados, mientras que López Simón dio, en el tercero, la única vuelta al ruedo del festejo.

Tomás Sánchez fue embestido sin consecuencia por el quinto.
Tomás Sánchez fue embestido sin consecuencia por el quinto.TANIA CASTRO
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_