Hereu "no entendería" que Mascarell rechazara su oferta de blindar la cultura

"La cultura es una apuesta estrátegica de la ciudad que no es coyuntural, sino la manera más interesante de construir ciudad en todos los sentidos", señaló ayer con énfasis Jordi Hereu en la presentación del balance de las políticas culturales del Ayuntamiento de Barcelona entre 2007 y 2011. Por eso mismo, indicó Hereu, porque considera que Barcelona solo sobrevivirá en un mundo global si es capaz de generar y atraer talento que haga atractiva la ciudad más allá del factor turístico, el alcalde mostró su confianza en que Ferran Mascarell, consejero de Cultura, aceptará su oferta de asumir este año la parte del recorte que aplica la Generalitat a las grandes infraestructuras culturales, con la contrapartida de que se le devuelva lo invertido de más en futuros ejercicios. "Me resultaría muy difícil de entender que no aceptara la propuesta porque difícilmente nadie le dará algo igual", indicó Hereu. "Estamos haciendo una apuesta por defender la capitalidad cultural que tendría que entender y defender también el Gobierno".

"El Gobierno también tendría que defender la apuesta por la capitalidad cultural"

Según señaló el alcalde, que está ya en precampaña, la cultura es y seguirá siendo uno de los ejes centrales de sus políticas. "Dedicar el 10% de la inversión global municipal a cultura es algo que no hay ciudad que lo haga, ni tampoco dedicar el 5% del presupuesto corriente a la misma área. No es una idea obvia ni fácil de defender, pero estamos totalmente convencidos. Es una apuesta estratégica, y si alguien la deja de aplicar cometerá un error garrafal".

A la espera de que Mascarell responda, presumiblemente esta misma semana, a su oferta, el alcalde respondió a las preguntas sobre si tenía sentido reclamar la "excepcionalidad cultural" para la cultura, tal como propone el Círculo de Cultura: "Como otros gobiernos dedican tan poco porcentaje al tema seguramente podrían hacer este esfuerzo".

Antes, el delegado de Cultura del Ayuntamiento, Jordi Martí, había presentado ante la prensa y diversos responsables de algunos de los grandes equipamientos culturales el balance de su mandato en el escenario de la fábrica Fabra i Coats de Sant Andreu. En julio se acabarán las obras de la primera fase de remodelación que la convertirán en el buque insignia de las fábricas de creación. "Es una tipología de equipamiento nuevo dedicado a la creación artística y que ya está generando expectación", señaló. Estas nuevas "fábricas" -que durante esta semana se irán presentando casi de una en una para reforzar la campaña- son la parte más visible de las apuestas de estos pasados cuatro años. Martí también citó el centro cultural del Born y el proyecto para la industria audiovisual en Zona Franca -aún muy embrionario-; el Dhub, el centro de arte del Canódromo -"no entiendo cómo puede haber críticas a esta iniciativa", dijo- y el Museo de Ciencias Naturales, que en su nueva sede en el Fórum abrirá puertas a final de mes. La inversión, señaló, ha servido también para renovar viejos equipamientos; respecto a los que están regidos por consorcios afirmó que el municipio "invierte más de lo que le exigen sus estatutos". Y remachó al final: "Desgraciadamente, parece que ahora nos tocará seguir haciendo el papel sustitutorio de otras instituciones".

El Instituto de Cultura (Icub) ha pasado de contar con 95 millones de euros en 2006 a los 111 de 2011, con el pico de 2008: 124 millones. Desde 2007 cuenta con unos 15 millones extras que paga el Estado en concepto de capitalidad cultural, y han aumentado las aportaciones por mecenazgo desde los 1,5 millones de media en el anterior mandato a los 4 millones del actual.