La juez evita acusar de terrorismo a los dos sindicalistas detenidos en Vigo

Telmo Varela, secretario comarcal de Vigo de la Central Unitaria de Traballadores (CUT), ingresó ayer en prisión provisional por un supuesto delito de estragos y tenencia ilícita de explosivos, que también se imputa al otro sindicalista detenido el pasado miércoles, José María Prado, Iussa, aunque este quedó en libertad provisional con obligación de comparecer quincenalmente en el Juzgado de Instrucción número 5 de Vigo, cuya titular dictó el auto de ayer tras tomar declaración a los detenidos. A ambos se les vincula con actos vandálicos graves, entre ellos, el ataque con cócteles molotov a una oficina del INEM de Vigo, por el que ya está en prisión otro afiliado de la CUT.

Con ello, fracasa de nuevo la tentativa policial de vincular, personalizándolo en los detenidos, la violencia sindical de las últimas movilizaciones laborales con los ataques del independentismo radical, agrupado todo en una suerte de kale borroka gallega que la policía intentaba trasladar a la Audiencia Nacional para que recibiera un tratamiento judicial de terrorismo.

La CUT rechaza su vinculación con el independentismo radical

El encarcelado asegura que en su casa solo se incautó "mucho papel"

Esposado y custodiado por la Guardia Civil, el propio Telmo Varela, cuando salía del juzgado hacia la cárcel, negó que la policía hubiera encontrado nada ilegal en su casa, donde solo habría incautado "mucho papel". El sindicalista, que hace 20 años renunció públicamente a su militancia en los Grapo y a la violencia como herramienta política, atribuyó su detención al intento de descabezar la CUT "porque es un sindicato de clase, que lucha realmente por los trabajadores". Además de su actividad sindical, Varela ha destacado también en los últimos años por su participación en movilizaciones vecinales contra la depuradora y el plan general de urbanismo de Vigo.

Contra Varela no hay una imputación concreta, solo se le relaciona con "hechos de los últimos meses", según su abogado, Augusto Saavedra, y no estará mucho tiempo en prisión, cuyo auto será recurrido. El defensor de José María Prado explicó, por su parte, que este se declaró "inocente" tras ser interrogado por la juez sobre su vinculación con un "sindicato legal" y con el otro detenido. "No hay pruebas contra él", concluyó. Prado milita en la organización independentista Adiante y fue juzgado recientemente en Vigo, junto a otro joven, por supuesto atentado a la autoridad y desórdenes en un acto en defensa a la lengua gallega.

A Varela y Prado se les imputan los mismos hechos que motivaron la detención de otro afiliado de la CUT, Miguel Nicolás A., en prisión desde diciembre por el ataque con cócteles molotov a una oficina del INEM de Vigo. Por estos hechos la CUT se considera objeto de una "clara persecución de tinte político" que trata de criminalizarla, según destacó en conferencia de prensa su secretario general, Ricardo Castro, mientras los detenidos prestaban declaración en el juzgado. A esa comparencia ante los medios asistió parte del Secretariado Nacional, la Executiva Comarcal y varios delegados y afiliados al sindicato.

Castro insistió en que el único ámbito de actuación de la CUT es la lucha sindical y que la persecución contra ella tiene por fin "aplicar una especie de medicina de prevención, la de meter miedo a los trabajadores que legítimamente defienden sus derechos en la caótica situación laboral actual". "No nos van a asustar", añadió otro dirigente, Manuel Camaño, para descartar "la patraña" de que las detenciones del miércoles obedezcan a un operativo contra el independentismo radical gallego. "Cualquier actuación de un trabajador condenado a pasar hambre no será condenada por la CUT, que es un sindicato de clase y no de chivatos", respondió Camaño a una pregunta sobre la hipotética comprobación de los hechos que se atribuyen a los detenidos.