Democracia y crisis
Leo con algún que otro escalofrío que la líder de extrema derecha Marine Le Pen aventaja a los demás candidatos a las presidenciales francesas de 2012. No dejan de ser insólitos, a la vez que sorprendentes, la reaparición y el crecimiento de movimientos fascistas y ultraderechistas en Europa a estas alturas.
Si examinamos las causas y variables que intervinieron en la escalada al poder en diversos países europeos en los años treinta del siglo XX de estos movimientos antidemocráticos, observaremos que ese caldo de cultivo reinante era propicio para la aparición y reproducción de estas aberraciones ideológicas. La grave crisis económica que asolaba el planeta provocó paro y este a su vez desahucios, embargos, hambre, enfermedades, miseria, desesperanza, una clase política incapaz y desprestigiada... Y el planeta dando bandazos hasta 1939 y la II Guerra Mundial.
Si establecemos un paralelismo actual entre Europa y los países árabes, observamos que las mismas variables antes indicadas producen ahora una correlación negativa, es decir, las variables o causas intervinientes en el triunfo del fascismo en Europa son las mismas que empujan al mundo árabe hacia la búsqueda de justicia, libertad y prosperidad. No deja de ser extraño que mientras Europa camina cada vez más hacia una democracia cuantitativa o financiera estos países cabalgan por sendas románticas en busca de una democracia plena y de calidad. ¡Con permiso de Occidente, por supuesto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.