Los derechos de la mujer

El derecho a la igualdad es un derecho humano. Es un requisito indispensable para combatir la ignorancia, el hambre, la pobreza y las enfermedades. También para alcanzar el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que todavía están muy lejos de concretarse...

Ojalá llegue el día en que no tengamos que celebrarlo... mientras tanto, y pese a los numerosos logros y conquistas sociales conseguidos, las desigualdades persisten y se reproducen a lo largo y ancho de nuestro planeta. La discriminación se cuela por todas las clases sociales y en todos los ámbitos. El tema oficial de la ONU para 2011 es: "La igualdad de acceso a la educación, la capacitación, y la ciencia y la tecnología: camino hacia el trabajo decente para la mujer". ¿Es posible lograr el empoderamiento y la autonomía de la mujer por medio de la educación?

La desigualdad es injusta porque atenta a la dignidad humana. Somos diferentes biológicamente, pero iguales en derechos. Promulgar leyes es un paso, hacerlas cumplir y sancionar, otro. Pero el auténtico cambio social es lento. Implica cambiar actitudes y pensamientos que no son innatos, se aprenden. En este punto la educación es un auténtico motor de cambio y transformación. Concienciarnos con la igualdad es muy importante, porque también se aprende. La verdadera igualdad es aceptar las diferencias... pero sin discriminar.- Silvina Calvo Lamas. Madrid.

En el año 1998, Naomi K, funcionaria de Desarrollo del Comercio en el Ministerio de Industria y Comercio, en Nairobi, Kenia, tuvo la mala fortuna de hallarse en las inmediaciones de la Embajada norteamericana en esa capital en el momento del atentado terrorista que acabó con la vida de 250 personas e hirió a otras 4.000. Hospitalizada durante dos años para recuperarse de sus heridas físicas y psicológicas perdió su trabajo como funcionaria, fue desalojada de la vivienda, propiedad del Gobierno de Kenia, en que vivía con sus cinco hijos, y sus nuevas condiciones de vida la forzaron a dejar a sus hijos al cuidado de parientes y amigos y a realizar un largo peregrinaje en demanda de ayuda, trabajo y la posibilidad de vivir con sus hijos de nuevo de una manera digna. Así lo contaba en el I Simposio Internacional en Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, convocado por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en septiembre de 2008.

Sirva este recordatorio como homenaje necesario a una mujer trabajadora y víctima del terrorismo, ejemplo probable de que el terrorismo puede ser legitimado si se permiten situaciones como la descrita. Juan Carlos de Castro Pita Madrid