La Iglesia alerta sobre el "desastre global" que puede causar el mercado
Los obispos de Euskadi y Navarra piden a las instituciones una salida a la crisis
La Iglesia vasca se alejó ayer de discursos retóricos y se acercó a la principal preocupación de los ciudadanos. En su primer pronunciamiento conjunto sobre la crisis, los obispos de los tres territorios y el de Navarra aprovecharon la carta pastoral publicada con ocasión de la Cuaresma para analizar la situación de recesión económica y exigir "a las instituciones sociales y Administraciones públicas" una salida. Los prelados abogan en su escrito por promover el "empleo digno" y defender a los más necesitados, como prueba de justicia social, frente a las "prácticas inmorales" del mercado que pueden degenerar en un "desastre global".
Mario Iceta como obispo bilbaíno, José Ignacio Munilla por San Sebastián, Miguel Asurmendi en representación de Vitoria y Francisco Pérez como máximo responsable de la diócesis de Pamplona rubrican un documento contundente, dado a conocer ayer, en el que descartan aportar soluciones técnicas o políticas a la crisis, por no ser su cometido, pero en el que coinciden en que a la actual situación de recesión se ha llegado "por una combinación de desenfoques teóricos, errores técnicos y faltas éticas". En este sentido, apuntan a la exigencia de fijar las "reglas adecuadas para regir el mercado global, especialmente el financiero, y a la necesidad de unas instituciones capaces de garantizar su buen funcionamiento".
Los prelados abogan por el "empleo digno" frente a las prácticas inmorales
El texto supone un claro pronunciamiento en torno al principal quebradero de cabeza para la población en los dos últimos años.
En un escenario marcado por el continuo incremento del paro, el retraso de la edad de jubilación o la reforma laboral, y tomando como base la doctrina social de la Iglesia, los obispos han considerado que era el momento de refrendar su posición "junto a los más débiles". No en vano, argumentan que la crisis tiene también raíces culturales. Entre ellas, "la misma concepción de desarrollo", que a su juicio "es preciso reorientar".
Desde un enfoque "ético y humano", Iceta, Munilla, Asurmendi y Pérez advierten que la situación actual solo confirma los riesgos de dejar funcionar por "sí mismo" al mercado. No obstante, esgrimen también un rayo de esperanza entre el pesimismo. Según consideran, la crisis puede ser vivida como "llamada y oportunidad" para cambiar actitudes y comportamientos, así como para subsanar las carencias detectadas. En este sentido, apuestan por un modelo económico "sostenible" desde el punto de vista social, "capaz de alcanzar a todas las personas y de promover la fraternidad sobre la base de la caridad", imprescindible para crear una sociedad "realmente humana".
Más allá de la situación económica, los prelados invitan a "vivir" el tiempo de Cuaresma desde una perspectiva evangélica que estiman necesaria para superar, además de la crisis, "otros males" de la cultura moderna. Sin hecer referencia política alguna, citan entre ellos "el individualismo insolidario, la cultura del consumo o la pérdida de valores como la responsabilidad, el compromiso y la honestidad".
Cuaresma
El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, oficiará mañana en la catedral del Buen Pastor la eucaristía en la que se hará la Imposición de la Ceniza. La misa, prevista a las siete y media de la tarde, marcará el inicio de las actividades programadas para celebrar la Cuaresma y la Pascua en la diócesis de Guipúzcoa. Los días 23, 24 y 25, el prelado participará junto a un obispo etíope en un ciclo de conferencias sobre el ayuno, la oración y la limosna. El 14 de abril, en vísperas ya de Semana Santa, la catedral del Buen Pastor acogerá una mesa redonda sobre la beatificación de Juan Pablo II.
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