Igualdad y conciliación
He leído ya en varias ocasiones que "la igualdad llegará cuando los padres pidan la conciliación", lo cual me parece extremadamente ingenuo.
La esclavitud no se abolió porque los dueños de esclavos lo pidieran, la ley del tabaco no se aprobó porque los fumadores lo pidieran y las mujeres no consiguieron el derecho de voto porque los hombres lo quisieran.
No, señores, nadie renuncia a sus privilegios y renuncia a nada porque sí. La conciliación llegará cuando las mujeres exijan sus derechos, presionen durante años y el Gobierno acabe por introducir las leyes y medidas necesarias. La igualdad llegará cuando cada mujer en cada casa exija la igualdad a su pareja en las tareas del hogar, en el cuidado de los niños, en su tiempo de ocio... y deje de sacrificarse siempre por los demás.
La libertad no se da, se coge.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.