La Junta ve en la crisis árabe una oportunidad para recuperar turismo

La inestabilidad política que viven los países árabes y el norte de África, en especial Egipto y Túnez, representa para Andalucía una "oportunidad de recuperar y reforzar mercados" turísticos como el británico o el alemán, muy mermados, especialmente el primero, desde el inicio de la crisis económica. Así lo consideraba el pasado 10 de febrero, víspera de la renuncia del ex presidente egipcio Mubarak, la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte en un documento de trabajo al que ha tenido acceso este periódico.

Las revueltas políticas árabes han hecho que los viajeros se hayan orientado hacia destinos más seguros, entre los que, según la Junta, "puede destacar Andalucía". Este cambio temporal del mapa turístico del Mediterráneo supone una ocasión de "redireccionamiento de paquetes" vacacionales hacia esta comunidad, sobre todo en los destinos de sol y playa y de turismo cultural, considera la Junta.

El sector teme que los operadores impongan una bajada de precios

El turismo extranjero en países como Egipto o Túnez estaba creciendo con fuerza en los últimos años. Monedas nacionales débiles y precios muy inferiores a los de destinos tradicionales como España, Francia o Italia, habían hecho crecer las entradas de viajeros a un ritmo de dos dígitos. Sin embargo, las revueltas populares han coincidido con las fechas en las que los operadores turísticos, que suponen casi el 99% de los viajeros internacionales a esos destinos, estaban cerrando sus contratos para primavera y verano.

El conflicto político está provocando un "importante trasvase de turistas hacia destinos alternativos del Mediterráneo, principalmente España, Italia o Grecia", constata la Junta. Según el análisis del departamento que dirige Luciano Alonso, la oportunidad de que Andalucía recupere peso en sus principales mercados emisores pasa por "demostrar que la excelencia, la diversidad y la seguridad deben primar sobre aspectos como el precio".

Sin embargo, todavía es pronto para conocer el impacto real de las revueltas en el turismo andaluz. Nick Greenfield, directivo de la Asociación Europea de Turoperadores, con sede en Londres, constata que "aunque destinos como Italia o España están experimentando un alza este año es difícil saber aún si se debe a una recuperación normal tras dos años de dificultades o si es porque la gente está buscando destinos mediterráneos alternativos a Oriente Medio y el norte de África". Por lo que respecta a los grupos de viajeros, que reservan los viajes con mucha antelación, lo habitual es que suspendan los viajes y los dejen para mejor ocasión. Para Greenfield, el efecto de la crisis árabe en el turismo este verano "sigue siendo una gran incógnita, y, más aún, cuando los acontecimientos todavía siguen su curso".

Una de las consecuencias de este trasvase, opinan en el sector, es la tentación de los operadores de tratar de imponer bajadas de precios al destino español a cambio de traer viajeros. Ruperto Donat, gerente de la Asociación de Mayoristas de Viajes Españoles, considera que "el vendedor español tiene que mantenerse en su sitio". "Nuestro producto tiene una calidad que no tiene nada que ver con Túnez, Marruecos o Egipto. Estamos al nivel de Italia, Holanda o Alemania, y eso lo asumen los turoperadores europeos porque el consumidor lo tiene también presente". De momento, en España, en enero, las islas Canarias se han visto favorecidas por el aumento de cupos contratados en detrimento del Mar Rojo.

Miguel Sánchez, presidente de la mesa de Turismo de la Confederación de Empresarios de Andalucía, cree que "la perspectiva de Semana Santa y verano es buena" y, "aunque todavía es pronto", confía en la recuperación del mercado británico. "Los turoperadores han vuelto los ojos a la Costa del Sol. Una de nuestras virtudes es la comodidad y la seguridad, y las frecuencias de vuelos con Europa. Pero lo que queremos es que vengan por nuestros méritos y nuestro producto, no por las desgracias de otros países".