El límite de la velocidad a 110 por hora se mantendrá hasta que empiece el verano

En verano, los conductores podrán volver a circular a 120 kilómetros por hora. Y algunos con neumáticos nuevos. La reducción de la velocidad máxima en las carreteras españolas de 120 a 110 kilómetros por hora, una de las medidas aprobadas ayer por el Consejo de Ministros para reducir el consumo energético en un 5%, estará vigente hasta el 30 de junio, aunque el Ejecutivo no descarta prorrogarla si continúan al alza los precios del petróleo por la crisis en el norte de África.

Además de limitar la velocidad, el Ministerio de Industria lanzará un Plan Renove de neumáticos (tipo A) para promover la conducción eficiente (dicen que ese modelo ahorra un 4%, 0,3 litros cada 100 kilómetros). El departamento que dirige Miguel Sebastián financiará 20 euros para el cambio de 240.000 ruedas -su precio medio es de unos 120 euros- y beneficiará a unos 60.000 turismos. A Industria le costará 4,8 millones.

Los fabricantes de neumáticos apoyaron ayer la medida pero la consideraron insuficiente porque apenas cubrirá una pequeña parte de los 18 millones de ruedas que se venden al año en España. El parque nacional de vehículos es de 30 millones, de los que 20 millones son turismos.

El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, reconoció ayer que la reducción de la velocidad es "impopular" pero defendió la necesidad de adoptarla: "Con el litro de gasolina más caro de la historia, hay que ahorrar, porque nos jugamos la recuperación económica".

Según los datos que presentó Rubalcaba la semana pasada, cuando anunció la medida, reducir la velocidad de 120 a 110 por hora supondrá un ahorro en el cómputo global del 3% de combustible, puesto que solo el 20% de los desplazamientos se produce en autovías y autopistas.

Si la limitación de la velocidad se prolonga durante cuatro meses, el ahorro descenderá de los 1.400 millones de euros anunciados la semana pasada -el Gobierno calculó la medida para un año- a cerca de 470, siempre y cuando se mantenga el precio del barril de crudo, que ayer cotizaba por encima de los 116 dólares.

Rubalcaba intentó desligar la reducción de la velocidad con la polémica sobre el aumento de multas por exceso de velocidad. Aunque se ajustarán los radares.

También causa controversia el cambio de las 6.000 señales de 120 por las de 110, que se realizará con pegatinas en la noche del 6 al 7 de marzo y que costará a Fomento 250.000 euros. El ministerio se hará cargo de los 8.800 kilómetros de autovías y autopistas de la Red de Carreteras del Estado. Del resto, se encargarán las comunidades autónomas. Aunque el Servei Català del Trànsit y la Dirección de Tráfico del Gobierno vasco mostraron su disposición a favor, la Xunta de Galicia anunció ayer que está "pensando en reclamar" a Fomento el coste de la colocación de los adhesivos.