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El curioso negocio de un juez de paz

La fiscalía imputa a un empleado público que oficiaba bodas ilegales cobrando

Juan Diego Quesada

Los manteles estaban decorados con ribetes dorados. Las flores, frescas, se iban a cortar el mismo día de la ceremonia. La novia se empeñó en que hubiese un espacio chill out para que los invitados "se quitaran el estrés". "Pero lo más exótico, sin duda, es que casándonos en una finca de las afueras de Madrid, el que la ofició fue un juez de paz de Cabanillas del Campo, un pueblecito de Guadalajara en el que no había estado en mi vida. ¡Nos lo habían recomendado!", cuenta un novio que se casó el año pasado y teme ahora que se declare nulo el enlace.

Llega el buen tiempo y los foros de bodas echan humo. "Me quiero casar por lo civil el día que besé a mi chico por primera vez, pero cae en domingo. Pero no en el ayuntamiento ni en el juzgado: yo quiero que me casen en el jardín donde lo celebro. (...) Contestadme, estoy muy preocupada", escribe con desazón una usuaria. La respuesta de los internautas es unánime: contacta con el juez de paz de Cabanillas del Campo, Luis Alcázar, que lleva en el cargo desde 1976.

La Fiscalía de Móstoles ha estado investigando a Alcázar, al que ha imputado, por haber casado a decenas de parejas por toda la Comunidad de Madrid, lo que excede su jurisdicción. Los enlaces podrían llegar a ser declarados nulos. El juez de paz, una figura encargada de ayudar al ciudadano en los municipios donde no hay juzgados de primera instancia, está siendo investigado también por haber cobrado por ello. Al tratarse de un aforado, el caso ha pasado a manos de la Fiscalía de Guadalajara.

Alcázar, de baja actualmente por enfermedad, había contactado con un buen número de empresas que se encargan de organizar bodas en la capital. "Nosotros nos ocupamos de todo: flores, banquete, traslados... lo que sea. También el papeleo, que es un engorro. Un día nos llama este señor para ofrecerse. Nos extraña que viniese desde tan lejos, pero entendíamos que era legal lo que hacía. Algunas parejas iban a su pueblo a firmar y otras lo hacían en el lugar del enlace", cuenta una representante de Dagor, una empresa encargada de organizar eventos. Alcázar ofició bodas en una finca de las afueras de Villaviciosa de Odón conocida como La Chopera. La concejalía de Medio Ambiente de ese municipio ha remitido además a la fiscalía un informe donde detalla que el terreno donde se instala la carpa para la celebración es "suelo no urbanizable" con protección ambiental, ya que se trata de la ribera del río Guadarrama. El departamento de disciplina urbanística impuso una sanción de 50.000 euros por una infracción grave, informa la Consejería de Medio Ambiente.

De salud quebradiza, quienes le conocen definen al juez de paz como un "buen hombre" que firmaba las actas en su pueblo, donde les casaba legalmente, y después iba a Madrid a "hacer el paripé". Como ocurre en bodas que se celebran en jardines, fincas, la pareja contrae matrimonio antes o después de forma legal. Para la ceremonia se utiliza un actor. El caso es dilucidar si Alcázar lo era o se lucraba con ello. De ello depende el futuro de las parejas que se habían casado "para siempre".

Finca La Chopera, en Villaviciosa de Odón, con la carpa donde Alcázar celebraba bodas.
Finca La Chopera, en Villaviciosa de Odón, con la carpa donde Alcázar celebraba bodas.CARLOS ROSILLO

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Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.
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