El teatro como excusa

No habían oído hablar antes de William Shakespeare, ni habían actuado en público. Tampoco han viajado al extranjero y alguno nunca ha salido de Sevilla. Pero se han dado cuenta enseguida de que tienen la oportunidad de hacer todo eso y mucho más y se han aferrado a ella.

Jesús, Mercedes, Débora, Jordi, Pedro y Rocío tienen entre 13 y 16 años y han sido seleccionados para participar en Moving, un proyecto europeo que promueve la inclusión social a través de las artes escénicas. A ellos les toca representar El sueño de una noche de verano, una de las obras cumbre de ese dramaturgo inglés al que no conocían pero del que ya no se van a olvidar. El proyecto cuenta con 108.000 euros de presupuesto, aportados por la Unión Europea y la Consejería para la Igualdad y el Bienestar Social, y la colaboración de Territorio de Nuevos Tiempos (TNT), en cuyo teatro, a pocos metros del asentamiento chabolista de El Vacie, toma forma la obra.

El proyecto cuenta con fondos europeos y el grupo viajará a Liverpool en verano

En El Vacie vive también Rocío Rivas, de 13 años, una de las actrices. Sus cinco compañeros (otras dos chicas y tres chicos) son de las Tres Mil Viviendas, Triana y Torreblanca. Cuatro van a clases de ESO y dos ya dejaron los estudios. "Somos de barrios pobres y nos traen aquí para que aprendamos. Es una oportunidad", cuenta Jesús Jiménez, de 13 años, vecino de las Tres Mil Viviendas. Lleva una gorra calzada de lado, un pendiente, una cruz dorada al cuello y zapatillas de deporte. Tiene más de rapero del siglo XXI que de personaje de Shakespeare, pero de eso se trata.

"No hacemos una versión, sino un acercamiento a la obra. Con una puesta en escena absolutamente contemporánea", explica la directora de escena Pepa Gamboa, quien también ha estado al frente del grupo de gitanas que ha interpretado por toda España La casa de Bernarda Alba.

La dramaturgia se va haciendo a pie de obra, con aportaciones de los actores, que se sueltan sobre todo a ritmo de flamenco y rap, muy presentes en esta peculiar versión. Ayer ensayaron una escena ante la consejera para la Igualdad y el Bienestar Social, Micaela Navarro; el comisionado para el Polígono Sur, Jesús Maeztu; y una comitiva llegada de la ciudad inglesa de Liverpool, en cuyo Instituto de Artes Escénicas se representará la obra este verano. Los invitados foráneos no pararon de grabar y fotografiar los movimientos de los aprendices de actores. Unos estaban ensayados y otros los improvisaron, pero todos arrancaron aplausos. "¡Me he sentido importante!", decía una de las chicas tras superar la prueba ante el público.

Llevan poco más de una semana ensayando, pero ya se ven los frutos. Se reúnen en el centro TNT de lunes a jueves de 16.00 a 20.00 y, por lo que dejaron ver ayer, el arte lo llevan en el ADN; así que el trabajo de Gamboa y su equipo es canalizarlo y aportarles técnica. "Se implican mucho, se lo están tomando como un trabajo", cuenta la directora.

La obra se estrenará en Sevilla a finales de abril, antes de ir a Liverpool, donde actuarán junto a un grupo de la ciudad inglesa y otro de Calabria (Italia) formado también por jóvenes en riesgo de exclusión. "El objetivo no es que sean actores en el futuro, sino que a través del teatro consigan un cambio en su vida", advirtió ayer Micaela Navarro. "El teatro es una excusa para que puedan ilusionarse con sus vidas". A más de uno la excusa le ha abierto los ojos y ya sabe que quiere ganarse la vida sobre un escenario.