"Sé que quiero trabajar en la Bolsa desde los 16 años"

Miguel Ángel Corral, de 25 años, es un cachorro de tiburón. Pronto terminará un máster de finanzas y banca y se nos escapará entre los escurridizos dedos de las altas finanzas. Pero de momento le tenemos frente a frente. Estamos en la cafetería más cercana al Centro Internacional de Formación Financiera, con sede en Madrid, donde estudia. Aquí viene a desayunar y tomar café. Para comer, explica, o se compra un bocadillo o va al McDonald's, pero no le parece propio que nos reunamos en la cadena de comida rápida. Así que va a la barra a pedir por los dos... y regresa con un plato de chorizo a la sidra.

A principios de febrero, Corral y tres de sus compañeros de máster -Florencia Vilaro, Joselyn Cruz y Preben Holth, de Uruguay, Colombia y Noruega, respectivamente- ganaron la ronda española de un importante concurso internacional que organiza la asociación de profesionales de la inversión CFA Institute. Su análisis financiero de Repsol -la empresa elegida para la prueba- fue el mejor de los presentados por los siete equipos españoles.

El estudiante es la voz del equipo español de un importante concurso de finanzas

Este jueves, Corral y sus compañeros se las verán con los 20 mejores equipos de Europa, Oriente Próximo y África. Solo uno volará a Nebraska (EE UU) para medirse con el mejor de América y Asia. Corral, un tipo con confianza en sí mismo, cree que tienen posibilidades.

Ha venido a la cita de traje y corbata. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, trabajó dos años en Seguros ING. Ahora ha vuelto a casa de sus padres y ha invertido sus ahorros -17.000 euros- en el máster que cree que le ayudará a cumplir su sueño. "Quiero trabajar en la Bolsa desde los 16 años. Me gustaba la imagen de las películas del tío gritando y comprando acciones". Como si llevase toda la vida preparándose para su destino, es un experto en artes marciales con ocho años de kárate y kajukembo: "Da disciplina y control de mente y cuerpo, fundamental para que el estrés y los nervios no te puedan".

Como veo que Miguel Ángel está a punto de matarnos (involuntariamente) de hambre y colesterol, pido dos pinchos de tortilla y seguimos charlando. Su plan es machacarse hasta los 30 años como trader u operador de mercados -"algo así como bróker de fondos de inversión y entidades financieras", explica-. "Después me gustaría dedicarme a las finanzas corporativas". ¿Dónde? "No lo sé. En trabajo me vendo al mejor postor".

Corral salta cuando le pregunto qué fue eso que vio en una profesión con tan mala prensa en esta crisis. "Dedicarse a esto no significa enriquecerte a costa de otros, aunque que te guste el dinero influye... Me gusta la idea de la emoción y el desafío diario, estar atento a la actualidad, ser rápido". ¿Y sus amigos no le llaman materialista? "No tengo amigos que trabajen en ONG", responde con una soltura que eriza el vello.

¿Qué lecciones ha aprendido de la crisis?, pregunto (suplico...). "Que hay que seguir una ética, analizar mejor los riesgos, que se hizo bien en ayudar a los bancos porque si no podía haber habido un cataclismo, que no es bueno que los bancos sean excesivamente grandes y que no es necesario eliminar los bonus de todos los directivos. Hay cosas que está bien que controle el Estado y otras en las que no debe meterse. ¿No me preguntas qué voy a hacer cuando acabe el máster? Tirarme en paracaídas".