21 pianos y 1.300 raciones
Musika-Música prepara un comedor para los artistas que abrirá nueve horas diarias - El festival reserva 750 habitaciones en Bilbao
Los pianos de cola no abundan. Todos los disponibles en Bilbao no llegan a cubrir la demanda del festival Musika-Música del próximo fin de semana, dedicado a Mozart. Sumando los que aportan el Teatro Arriaga y la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS), entre otras entidades, solo suman seis de la marca Steinway, la requerida por la mayoría de los profesionales. El séptimo piano de cola que verá el público será un Yamaha. Con el alquiler de otros 14 pianos para las salas de estudio y un arpa de concierto que llegará desde Bretaña quedan cubiertas las necesidades en ese terreno.
La intendencia del festival deberá organizar el transporte, alojamiento y manutención de más de 500 profesionales y 800 alumnos de conservatorios, y los movimientos precisos para que se celebren simultáneamente cinco conciertos en el Euskalduna.
La muestra requiere orden, pero "nadie va a golpe de silbato", dice su directora
20 regidores, la mitad franceses, controlarán los cambios escénicos precisos
Los instrumentos no suponen esta vez la parte más complicada de la intendencia. "Peor fue el año del repertorio barroco, que tuvimos que traer de Europa instrumentos originales", recuerda Begoña Salinas, directora de la Fundación Bilbao 700, organizadora del festival.
El próximo miércoles, dos días antes del inicio del festival, comenzarán a llegar los músicos. También lo harán los 10 regidores procedentes de Francia que reforzarán el equipo formado por otras 10 personas para configurar los escenarios en los apenas 15 minutos que quedan libres entre una actuación, la prueba acústica y el siguiente recital en la fórmula de Musika-Música: 66 conciertos de unos 45 minutos de duración repartidos en tres jornadas.
El Euskalduna habilitará nueve horas cada día de la muestra un comedor para 1.300 personas en el que se mezclarán intérpretes profesionales y estudiantes de conservatorio. El menú ofrecerá un bufé a base de ensaladas, cremas frías y calientes, pescado, pasta y pollo asado. Las salchichas responden a los gustos de la elevada proporción de centroeuropeos entre los componentes de las orquestas. De postre, fruta fresca y muchos yogures y queso.
En los hoteles más cercanos al Euskalduna se han reservado 600 habitaciones. Una vez acabado el trabajo, los músicos profesionales podrán ir andando hasta sus establecimientos de cuatro estrellas. Los estudiantes se alojarán un poco más lejos, en el Hotel Nervión, un tres estrellas en el que también se han gestionado las reservas de los familiares que les acompañan. En total, 750 habitaciones.
El funcionamiento del festival requiere "organización y método", reconoce Begoña Salinas, pero en "un ambiente familiar y solidario". La disciplina parece natural entre los músicos y "nadie va a golpe de silbato", añade. A mediodía en el comedor se bebe, básicamente, agua. En las cenas crece el consumo de vino.
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