Tiempos para el reencuentro

Los últimos años han venido marcados por una difícil coyuntura económica mundial que ha dado paso a una gran incertidumbre y ha marcado el devenir de los pueblos y ciudades andaluzas. La crisis nos ha afectado a todos de una u otra manera e independientemente del color político que gobierna en cada Ayuntamiento. Ha desembocado en un desencuentro, en un desencanto de la ciudadanía con la política y, cómo no, con quienes la hacemos.

Pero crisis significa "cambio" y como todo cambio, que casi siempre genera inseguridad, también implica una acción. A veces, una crisis puede ofrecer una oportunidad para salir fortalecidos de ella, para avanzar hacia una nueva manera de entender y de hacer las cosas. Andalucía debe continuar con su transformación y, para ello, es necesario contar con un movimiento social, económico, cultural y medioambiental basado en esos valores que creíamos perdidos, pero que no estaban más que ocultos tras la euforia de los momentos de bonanza. La ciudadanía andaluza necesita mantener una actitud positiva, proactiva, para adaptarnos a los tiempos y para adelantarnos a los hechos. Ésta es la enseñanza que debemos aprender de esta crisis, de esta conflictiva etapa que nos ha tocado vivir.

Son tiempos difíciles, sí, pero también son tiempos de oportunidad y superación. Y tiempos, como nos ha recordado recientemente el presidente Griñán, para el reencuentro. Reencuentro con nuestros valores y nuestra sociedad, con la democracia y con la construcción de una nueva economía. Reencuentro con la naturaleza y con la esencia de nuestros municipios, pero, sobre todo, es tiempo de reencontrarnos con la confianza, el esfuerzo, la ilusión y el espíritu progresista que nos ayudará a salir de esta situación.

Son tiempos duros, que exigen mucho trabajo, compromiso y responsabilidad. Nuestra condición de servidores públicos así nos lo demanda y esa misma responsabilidad y compromiso con los ciudadanos es la que nos ha motivado a realizar reformas difíciles, pero necesarias, que no buscan el interés partidista, sino el bien común y dar respuesta a los problemas. Porque gobernar con responsabilidad implica tomar decisiones difíciles en momentos complicados. Aunque, bien es cierto, que no todos están adoptando esa misma actitud y pongo el caso del Partido Popular, que quiere llegar al poder sin comprometerse, mostrando un silencio cómplice con la crisis.

En las tres últimas décadas, los andaluces hemos mantenido nuestros rasgos de identidad y, además, los hemos mejorado, ampliado y proyectado internacionalmente, avanzando en educación, sanidad, infraestructuras, investigación e innovación, igualdad, dependencia, bienestar social,... Los socialistas nos sentimos orgullosos de haber impulsado políticas innovadoras, algunas de ellas pioneras. Hemos recorrido mucho camino pero es ahora cuando más se nos exige porque, sin duda, se obliga más a quien más ha dado. Y qué mejor momento que éste, en el que conmemoramos los 30 años de vida de nuestro Estatuto de Autonomía y el 25 aniversario de nuestra entrada en Europa, para seguir caminando hacia el progreso y propiciar un reencuentro con la democracia. Para recordar los valores en los que se sustenta, los deberes y derechos que impone, las virtudes que proporciona un gobierno democráticamente elegido por los ciudadanos. Aspectos todos ellos que nos ilusionaron hace tiempo y por los que hoy claman millones de personas en países como Egipto y Túnez.

Es el momento de un reencuentro con todos los que nos han acompañado en nuestro camino y que estamos seguros que lo seguirán haciendo. Es el momento del socialismo, del pensamiento progresista que nace de las ideas y vidas de la mayoría social. Es el momento de seguir avanzando juntos, de ejercer nuestra responsabilidad en las urnas para seguir siendo los dueños de nuestro destino, en lugar de dejar que otros lo sean. Porque el verdadero ejercicio ciudadano no consiste en votar contra algo sino a favor de un proyecto claro y comprometido. Ahora más que nunca nuestras acciones y compromiso con Andalucía, el trabajo bien hecho, la gestión realizada por nuestros alcaldes y alcaldesas es nuestro principal aval ante los ciudadanos. Es, en definitiva, el momento de reencontrarnos con nuestros electores y la mejor forma de conseguirlo es reencontrarnos con nosotros mismos y con la ciudadanía.

No puedo ni quiero pensar que esa gran mayoría de progreso que nos acompañó en el gran cambio y transformación de nuestra tierra, se vaya a desligar ahora de todos los principios y valores que los socialistas seguimos manteniendo para realizar una nueva transformación. Porque estoy convencido de que para Andalucía, que es muy machadiana, la verdad es lo que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés.

Luciano Alonso es consejero de Turismo, Comercio y Deporte.