El Ayuntamiento de Valencia evita hablar de la calidad del aire

El director del servicio de movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Ángel López, lo resumió con sencillez: "Lo de los coches es como la dieta. Está claro que nuestras ciudades deben seguir una, pero ¿cuál?, ¿cuál es la mejor manera de emitir menos gases tóxicos?".

López y sus compañeros de mesa, que representaban a los Ayuntamientos de Valencia y Vitoria, abrieron ayer la última jornada de Ecofira, la Feria Internacional de Soluciones Medioambientales que se ha celebrado estos días en Feria Valencia.

Barcelona y Vitoria desgranaron sus proyectos y estudios, explicaron sus planes de movilidad y comentaron la suciedad del aire en sus territorios con datos concretos. Valencia no.

El concejal de Circulación del Consistorio valenciano, Alfonso Novo, clausuró la feria horas después y aprovechó para asegurar que el Ayuntamiento podría "mejorar muchas cuestiones". "Incluso en alguna habremos metido la pata", añadió. Novo evitó profundizar, por lo que se ignora si se refería a que el Consistorio emplazó unas estaciones que miden la calidad del aire en zonas de escaso tráfico de Valencia o si hablaba de otra cosa.

El representante municipal en la Ecofira no aportó datos novedosos

El caso es que el representante valenciano, Juan Casañ, jefe del servicio de Circulación, trató en su ponencia datos harto sabidos. Explicó, por ejemplo, que el gobierno local ha puesto en marcha un sistema de aparcamiento disuasorio en el centro, que el servicio público de alquiler de bicicletas funciona de maravilla, que la flota de autobuses públicos emplea biodiesel y gas natural. Por contra, tanto Ángel López, de Barcelona, como José Andrés Alonso, técnico del servicio de Planificación Ambiental del Ayuntamiento de Vitoria, desglosaron el contenido de los planes de movilidad de sus ciudades y aportaron posibles soluciones para mejorar el aire de sus ciudades.

Así, López entiende que la mejor opción para mejorar el aire de su ciudad pasa por arreglar el 3% de los vehículos que más contaminan. Según el técnico, esta medida reduciría hasta un 12% las emisiones. "Si en vez de arreglarlos, eliminásemos el 5%, la reducción alcanzaría el 30%, pero claro, eso sería un problema porque el transporte público resultaría insuficiente". Al respecto, José Alonso, de Vitoria, recordó cómo su Ayuntamiento creó un plan de movilidad sostenible en 2003. Alonso rememoró cómo hasta hace pocos años el número de desplazamientos en vehículos privados crecía sin parar. "El plan nació para invertir esta tendencia", contaba ayer, "vimos que nos acercábamos a los 40 microgramos de dióxido de nitrógeno por metro cúbico de aire y nos pusimos a trabajar". Total, que lanzaron un plan para integrar el trabajo del Ayuntamiento y demás administraciones y ahora apenas superan los 30 microgramos. En Valencia casi se llega a 40 y no hay plan, una herramienta que López considera "imprescindible".