El Gobierno amenaza con retirar al embajador si Irán no se disculpa

España se plantea llamar a consultas a su embajador en Irán -un paso previo a la ruptura de relaciones diplomáticas- si, en un plazo de dos días, el Gobierno de Mahmud Ahmanideyad no da explicaciones satisfactorias o pide disculpas por la detención del cónsul español en Teherán. Así lo aseguró ayer la ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación, Trinidad Jiménez, quien calificó el hecho de "muy grave" e "inaceptable".

El cónsul español, Ignacio Pérez-Cambra, fue detenido el lunes durante cuatro horas por la policía secreta iraní junto a la delegación diplomática española tras los disturbios que se produjeron en la capital iraní debido a la represión de una manifestación reformista. El Gobierno español ha traslado una "nota verbal" -protesta diplomática- al Gobierno de Teherán en la que se queja por lo sucedido y le advierte de que se trata de una grave violación de la Convención de Viena, que consagra la inmunidad del personal diplomático.

El Ministerio de Exteriores convocó el lunes al embajador de Irán en Madrid, Morteza Saffari, para exigir la inmediata liberación del cónsul, al tiempo que anulaba la visita a Madrid de un alto cargo iraní. Jiménez explicó ayer que el trato al cónsul fue "correcto", aunque se produjo un momento de tensión cuando la policía iraní intentó arrebatarle el móvil, para comprobar si se había participado en el envío de mensajes en los que se convocaba las protestas.

España ha informado ya a la UE, pues diplomáticos de otros países europeos han sido víctimas de un trato similar por la policía iraní.