Recoder dibuja una legislatura sin grandes obras pero con "mucha imaginación"

"La tradición manda que la primera comparecencia de un consejero sirva para anunciar un gran objetivo concreto. En el caso de nuestro Departamento podría haber sido una gran línea ferroviaria, una larga autopista o un nuevo aeropuerto. A pesar de que me pese mucho, yo no lo podré hacer". Con estas palabras resumió ayer sus planes para la legislatura Lluís Recoder, responsable de Territorio y Sostenibilidad. "Nuestra prioridad será poner orden en las cuentas", señaló. El Departamento, dijo, anda corto de presupuesto por la crisis y "por la mala gestión del anterior Gobierno". Para compensar la falta de dinero, aseguró, ya ha encargado a todos los que componen el Departamento que encuentren "soluciones imaginativas".

Según dijo ayer Recoder en la primera sesión de la legislatura dedicada a Territorio, al llegar a su nuevo despacho se ha encontrado "graves déficits y situaciones financieras muy delicadas" en algunos organismos. Insistió por ejemplo en la abultada deuda de la de la Agencia Catalana del Agua (ACA). Ha cerrado el ejercicio 2010 con un déficit de 380 millones de euros, entre los 130 millones de pérdidas del ejercicio y otros 250 millones de los convenios suscritos y obligaciones comprometidas. El endeudamiento, subrayó, supera ya los 1.400 millones de euros. El responsable de Territorio aseguró que ya están trabajando en un plan de viabilidad. También le preocupa la situación de Aigües Ter-Llobregat (ATLL), que debe 670 millones de euros. ¿La privatizará? "ATLL continuará funcionando igual... al menos durante los próximos meses. Luego todavía no sé que se hará con ella, como con otras muchas cosas", reconoció.

No solo la gestión del agua está en el punto de mira del nuevo consejero. Tampoco lo que ha visto en Adigsa le ha gustado, ya que según un informe de la intervención general de la Generalitat, existe "peligrosidad" por el sobredimensionamiento de su estructura. Para corregir este tipo de cosas, adelantó, "si es necesario se harán auditorías en todas las empresas del Departamento".

Para sacar adelante las infraestructuras Recoder cree que es necesaria "mucha imaginación". Por ejemplo, en la línea 9 del Metro de Barcelona, insistió en que no es descabellado revisar el número de paradas, de forma que algunas queden pospuestas para más adelante. Para mejorar el servicio de Cercanías y Regionales, se reestructurarán los horarios. Para rentabilizar el aeropuerto de Lleida-Alguaire crearán un plan de negocio. Las obras en curso, como el desdoblamiento del eje transversal (C-25), el eje diagonal entre Vilanova i la Geltrú, Vilafranca del Penedès e Igualada (C-15) o el desdoblamiento que falta de la C-17 entre Manlleu y Ripoll, seguirán adelante, aunque pesen en los presupuestos.

Inversión estatal

Al margen de imaginación, Recoder apuntó otra receta para lograr inaugurar alguna infraestructura en su mandato: que el Estado cumpla sus compromisos. Se refirió a las obras viarias pendientes del corredor mediterráneo o el Cuarto Cinturón, así como las conexiones ferroviarias de alta prestación. Además, insistió, Adif debe invertir lo prometido en la red de infraestructuras de Cercanías y media distancia. "De los 4.000 millones de inversión previstos en el Plan de Cercanías hasta 2015, solo se han invertido 306 millones", apuntó.

La ley de barrios seguirá adelante, aunque ya adelantó el consejero que seguramente deberá adaptarla "a la nueva realidad presupuestaria". En el capítulo de vivienda, también lamentó la falta de dinero y denunció "la nula eficacia" de los pactos con entidades financieras de 2008, ya que de los 12.000 millones que se comprometieron a facilitar para el acceso a la vivienda solo han aportado 13,6 millones.