2010 mejora el pronóstico oficial

Nunca la economía española había vivido en su historia moderna un año tan desastroso como 2009. Es cierto que 2010 no logró escapar de los números rojos, pero al menos cerró con datos menos malos de lo que se esperaba. El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó ayer que el producto interior bruto (PIB) cayó el año pasado un 0,1%, un porcentaje sensiblemente mejor al que pronosticaba el propio Gobierno (-0,3%). Pese a esta relativa mejoría, es la primera vez al menos desde 1971 -cuando el INE empezó a elaborar la serie actual- que España encadena dos años seguidos de recesión.

El Banco de España ya adelantó la semana pasada los datos del INE: el PIB creció entre octubre y diciembre de 2010 un 0,2% respecto al trimestre anterior; y un 0,6% respecto al mismo periodo del año anterior. La duda radicaba en una décima más o menos: si el dato de 2010 se quedaría en una caída del 0,1% o del 0,2%. Al final, la mayor contribución de la demanda nacional y del sector exterior ha permitido que la balanza haya caído del lado más favorable.

El vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba calificó la semana pasada el crecimiento del último trimestre de "muy modesto". "No es para tirar cohetes", admitió. Con un lenguaje más técnico, pero en la misma dirección apuntó el Banco de España en su boletín económico de enero, donde afirmaba que "el tímido avance de la producción no fue suficiente para generar empleo neto". Y es que en el último trimestre del año pasado se volvieron a eliminar casi un cuarto de millón de puestos de trabajo respecto al mismo periodo del año anterior.

Pero los analistas destacan que los datos del último trimestre de 2010 han sido mejores de lo esperado. "Las exportaciones han sido las segundas mejores de Europa, después de las alemanas. Cuando tengamos los datos desagregados veremos que ya están por encima de los niveles anteriores a la crisis. El cuarto trimestre ha ido muy bien: y eso teniendo en cuenta que España se ha visto inmersa en la crisis de los mercados. Esta es una señal muy buena. Muestra que la recuperación es más fuerte de lo esperado y que la probabilidad de la recaída es muy pequeña", señala José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. "El problema es que el crecimiento no es lo suficientemente robusto como para crear empleo", admite este analista.

Hará falta más de un año para que la economía recupere el terreno perdido. El Gobierno prevé que el PIB crezca este año un 1,3%. Y diversos analistas independientes -como el propio Díez o el Servicio de Estudios del BBVA- reduce este porcentaje hasta el entorno del 1%. El Banco de España prevé para este año "un horizonte de recuperación lenta y muy dependiente del sector exterior", condicionada además por el ajuste presupuestario y el proceso de saneamiento del sector privado.

El BBVA añade que la economía sigue caracterizada por la debilidad de la demanda interna y el impulso de la externa, lo que se traduce en un ritmo de avance "débil a corto plazo". En su último informe, asegura que "las reformas en marcha van en la dirección correcta, pero es necesario continuar con medidas ambiciosas para aumentar el crecimiento".