La vieja guardia del PSOE sale en defensa de los exconsejeros de Empleo

La voz de Luis Pizarro, consejero de Gobernación, ex número dos PSOE de Andalucía y una de los personas claves del socialismo andaluz de los últimos 15 años, sonó ayer de manera atronadora en defensa de las políticas desarrolladas y de la gestión de las personas que ocuparon desde 1996 hasta 2010 la Consejería de Empleo, cuya labor se ha visto salpicada por el caso de falsos prejubilados en los expedientes de regulación de empleo (ERE) pagados con dinero público. No solo fue él, también se sumaron Manuel Chaves, el ex consejero Martín Soler y el líder ugetista Manuel Pastrana.

"Guillermo Gutiérrez, José Antonio Viera y Antonio Fernández han sido consejeros que han gestionado esos recursos de manera honesta, honrada, responsable con los instrumentos que se dotaron. No puede estar en cuestión por estos tres impresentables, o cuatro o los que sean, lo que ha sido una gestión brillante de tres consejeros que han estado trabajando en momentos duros para sostener la economía de Andalucía", dijo Pizarro.

A nadie debería sorprender que un miembro del PSOE y del Gobierno defienda la gestión socialista, pero si se compara con la que ha hecho el actual consejero de Empleo, Manuel Recio, evasiva, apenas audible y cuando menos tibia, sí llama la atención. La línea de respuesta de Recio ha generado tensiones internas en el PSOE, que algunas fuentes elevan al grado máximo y otras al mínimo. En algunos ámbitos socialistas sorprendió mucho que Recio facilitara a la juez del caso Mercasevilla mucha más información de la solicitada, aunque esta decisión, a la postre, ha sido acogida con alivio sobre todo después de que el ex director general de Trabajo durante nueve años Javier Guerrero dijera que manejó "un fondo de reptiles" para empresas en crisis. Guerrero ha rectificado, pero el daño está hecho y le ha dado una munición política al PP impresionante. Todos los dirigentes populares han incorporado a su argumentario este caso y lo emplean como pantalla frente a la corrupción del caso Gürtel ligada al PP.

Lo que dijo ayer Pizarro es lo que muchos en el PSOE esperaban oír, abrumados como están por las informaciones sobre los intrusos en los ERE, una política de ayuda a empresas en crisis que ha sido bandera del Gobierno andaluz durante 15 años. No solo fue Pizarro el que defendió esta acción emblemática de la Junta.El ex presidente andaluz Manuel Chaves aseguró que las ayudas sirvieron "para salvar miles de puestos de trabajo" y consideró una "infamia" que se le acuse a él y al presidente Griñán de haber conocido las irregularidades de los ERE. Chaves defendió la "legalidad" de las ayudas y dijo no tener datos "para poder dudar" de la gestión de los consejeros que las gestionaron. También el ex consejero de Innovación Martín Soler defendió un sistema que sirvió "para preservar el máximo de empleo posible", mientras que el secretario general de UGT, Manuel Pastrana, lamentó "la caza de brujas" contra los ERE. Todos pidieron que el peso de ley caiga contra los que se aprovecharon de las ayudas.

Por otro lado, la familia del ex delegado de Trabajo y Asuntos Sociales desde 1996 hasta 2000, Juan Rodríguez Cordobés, que aparece como supuesto beneficiado en el ERE de Calderinox, defendió ayer su inocencia. A Rodríguez Cordobés le correspondía una indemnización por enfermedad tras ocho años al frente de la escuela de artesanos Della Robbia en Gelves, dependiente de la Consejería de Empleo. "Si hemos percibido un dinero que no nos corresponde, se devolverá sin problemas. Somos sujetos pasivos porque nos dan la indemnización y no preguntamos de dónde procede el dinero. Se está criminalizando a mi padre", lamentó Pablo Rodríguez, hijo del ex delegado.

Si su familia está en lo cierto, Rodríguez Cordobés habría percibido la suma correspondiente a la indemnización, pero a través de fondos destinados al ERE de Calderinox y sin su conocimiento.

El líder del Partido Socialista de Sevilla, José Antonio Viera, calificó a Rodríguez Cordobés de "ciudadano ejemplar".