López aprecia el paso, pero pide "seguridades" respecto de ETA

La percepción del Gobierno vasco es que la izquierda abertzale puso ayer un punto y aparte respecto de su pasado, aunque lo haya hecho con muchos años de retraso, pero el lehendakari, Patxi López, no fue tan lejos en su comparecencia. Sí admitió que los radicales dijeron cosas hasta ahora no oídas y que dan pie a pensar que "la libertad está más cerca, porque los filoterroristas pueden disminuir". Pero también pidió "hechos palpables" respecto de ETA.

López consideró la evolución "consecuencia y resultado de la lucha que hemos realizado hasta ahora los defensores de la democracia" y afirmó que esta agranda su espacio cuando "quienes daban cobertura a ETA dicen ahora que aceptan la ley". A los que han estado fuera de ella les llamó a trabajar ahora "junto al Estado de derecho y los partidos democráticos para que ETA acabe".

El Gobierno vasco está convencido de que Batasuna actúa a la fuerza a causa de su ilegalización, pero también cree que ya ha ido demasiado lejos como para volverse atrás. Por ello, López calificó de "positivo que quienes justificaban y jaleaban a ETA (...) rechacen el amparo al terrorismo y hablen incluso de justicia para las víctimas", y asuman, por la firmeza de los demócratas, que solo les queda el camino de la ley.

"Hechos palpables"

López dejó claro que aprecia los pasos que acercan a la izquierda abertzale al cumplimiento de los requisitos que se le piden. Pero lo equilibró con la exigencia de que "las palabras y declaraciones biensonantes" se acompañen de "hechos palpables". Solo eso dará "seguridades" y "despejará dudas".

El lehendakari les reclamó también tanto empeño en conseguir "que ETA anuncie su desaparición definitiva" como esfuerzo en lanzar el nuevo partido. López siguió defendiendo que sean los tribunales, y no una decisión política, los que decidan si los radicales "están en condiciones de volver al juego democrático" y cumplen ya "los requisitos exigibles a la actividad política".

En sentido opuesto, la ejecutiva del PNV pidió en un comunicado que el Gobierno acepte al nuevo partido, sin "refugiarse" en los tribunales y sin "ceder" tampoco a "la presión" de quienes se oponen "por meros intereses electorales", en referencia implícita al PP. El PNV ve "un punto de inflexión" y "una ruptura" de los abertzales con su trayectoria pasada y abrirá el diálogo con la nueva formación, anunció. El partido de Urkullu recordó que su apoyo al Gobierno buscaba también darle tiempo a abordar esta cuestión.