La Liga del prestigio barato
El cóctel de crisis financiera mundial y burbuja inmobiliaria ha deprimido el valor de los clubes españoles de fútbol y ha abierto las puertas a los inversores de países emergentes. Cuando la semana pasada el empresario indio Ahsan Ali Syed compró el Racing de Santander, mucha gente se preguntó cómo era posible que un magnate experto en mover el dinero de un mercado a otro se aventurase en un territorio tan aparentemente estéril.
El activo total del Racing no pasaba de los 130 millones de euros mientras que su deuda superaba los 135. Visto así, el negocio no podía ser más que ruinoso, salvo si se tiene en cuenta que al presidente de la financiera Western Gulf Advisory la operación le ha costado menos de 30 millones de euros: 15 por la compra de las acciones y otros 15 por saldar la deuda del club. La cantidad es casi despreciable con relación a la fortuna personal de Ali Syed, cuyo patrimonio se estima en 8.000 millones de euros. Precio barato si se estima el valor del Racing y el prestigio social que brinda en India convertirse en dueño de un club de la Liga española.
Ali Syed siguió los pasos de Al Thani. Lo que se conoce del jeque Abdullah Ben Nasser al Thani es tan convencional como casi toda la información que ilustra la biografía pública de los aristócratas petroleros del golfo Pérsico. Es sobrino del emir de Qatar. Uno entre los numerosos miembros de un clan numeroso. Como la mayoría de sus congéneres, asegura que se licenció en Administración de Empresas. Y para proseguir con su aprendizaje no alteró la tradición y en su currículo figura que estuvo en la nómina del banco oficial del país, el Banco de Doha.
La vida del jeque Abdullah habría transcurrido sin más emociones que las previstas de no haber resuelto el año pasado comprar el Málaga Club de Fútbol.
Para un hombre cuya fortuna se calcula en miles de millones de euros, el desembolso de 35 no supuso, probablemente, esfuerzo alguno. Se convirtió en el primer jeque en la historia en poseer un club español, un sello de distinción que, además, le abre la puerta a los negocios en la Costa del Sol, en donde proyecta participar en la construcción del puerto de Málaga.
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