"El poco terreno libre que queda no será para la especulación"
Jean-Baptiste Sallaberry cumplirá en marzo tres años como alcalde de Hendaya después de haber estado doce en la oposición. Aún le quedan otros tres años de mandato y reconoce que
ha sido "duro" desenmarañar la madeja de la especulación inmobilaria y poner en marcha un nuevo plan urbanístico en la localidad fronteriza.
Pregunta. Está en contra de la ampliación del aeropuerto de Hondarribia aprobada por el Ministerio de Fomento español y las instituciones vascas. ¿El Gobierno francés mantiene el veto al proyecto?
Respuesta. Sí, porque según los acuerdos suscritos entre España y Francia en 1992 [que regulan el uso del espacio aéreo francés], cualquier cambio necesita el permiso de cada país. Nos oponemos a la ampliación porque pueden haber más vuelos de los que permite el acuerdo [24 movimientos]. Un 70% de los vuelos pasan por encima de Hendaya, y eso, ya nos parece suficiente. No queremos más. El aeropuerto de Hondarribia no estaba hecho para vuelos comerciales grandes y no creo que tenga porvenir. Además, la llegada del tren de alta velocidad con conexionnes a Barcelona y Madrid hará que bajen los usuarios. Los habitantes de Hendaya dicen que ya basta. Yo no voy tan lejos pero lógicamente hay que respetar los acuerdos.
"La solución a la violencia está casi madura pero es un tema complejo"
"Un 70% de vuelos pasa por Hendaya. No queremos más, es ya suficiente"
P. ¿Sigue pensando en acudir a los tribunales para frenar la ampliación?
R. Sigo pensándolo. Además, nos avala el Gobierno francés que ha adoptado una postura muy firme y dura; dicen que si sube el número de vuelos van a prohibir el espacio aéreo francés. Tanto el Prefecto de los Pirineos Atlánticos como la dirección del Ministerio de Transporte están en esta línea. En la última reunión de junio de 2010 en Bayona se dejó claro que no se pueden sobrepasar lo suscrito en 1992.
P. En relación a los españoles que viven en Hendaya, ¿ha crecido el número?
R. Es difícil calcular cuántos españoles hay en Hendaya. Creo que entre el 35% y el 40% de la población de Hendaya viene del otro lado. La convivencia es buena, no suele haber incidentes, pero todavía se asentará más cuando los niños que van ahora a la escuela aquí se hagan adultos. De aquí a unos quince años serán generaciones mucho más integradas.
P. Usted llegó a la Alcaldía para acabar con la especulación inmobiliaria. ¿Cuál es el balance?
R. Se ha frenado y eso hacia falta. Los terrenos habían llegado a unos precios insostenibles y los jóvenes de Hendaya tienen que marcharse a vivir más lejos por los altos precios de las viviendas y eso no es normal. Los precios han bajado y ahora se construye menos porque queda poco terreno edificable. En Hendaya hay 810 hectáreas [equivale a 800 campos de fútbol] que no es mucho para una ciudad. Ahora queda poco terreno libre y queremos guardarlo para nuestros hijos y no para la especulación inmobiliaria. Siempre ha sido uno de mis objetivos como alcalde. Hemos hecho un nuevo plan local de urbanismo que nos ha llevado dos años de trabajo para frenar la especulación y fomentar los pisos de protección oficial.
P. ¿Qué opina de la eurorregión que se va a constituir entre Euskadi y Aquitania?
R. Es un buen proyecto porque cuantas más fronteras eliminemos mejor. Debemos tener un espíritu europeo para no volver atrás. Se pueden hacer cosas interesantes.
P. Hendaya es una ciudad transfronteriza. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas?
R. Algunas veces se dice que Hendaya es la primera ciudad de Guipúzcoa viniendo de Bayona. Estamos acostumbrados desde hace muchos años a un flujo de personas de un lado a otro del Bidasoa. Aunque también se empieza a percibir la llegada de gente que viene de otros países en condiciones precarias; existen más robos que antes pero es algo que de momento es circustancial y no ha saltado la alarma. En este sentido, la comisaría de Hendaya donde trabajan conjuntamente la policía vasca, francesa y española facilita el control del flujo de la delincuencia.
P. ¿Cómo ve el proceso de paz en Euskadi?
R. Es un tema que lo he seguido siempre de cerca. En este momento se dan mejores condiciones que antes. La solución está casi madura pero es un tema complejo, aunque hay una voluntad que se percibe entre la población vasca.
"Aquí viven 3.500 españoles sin censar por diferentes motivos"
P. ¿Entre la población vasca y la francesa que vive en Hendaya existe una interacción o sigue considerándose una ciudad dormitorio?
R. Es una buena cuestión para plantear. Desde la alcaldía potenciamos una postura que favorezca una ciudad trinlingüe ymulticultural; española, francesa y vasca. Pero la realidad es que los españoles salen a la mañana y vuelven por la noche. En gran parte es una ciudad dormitorio aunque los fines de semana se ve otra forma de vida. El problema es que oficialmente hay censados 14.500 habitantes en Hendaya pero en realidad somos 17.000. Esa diferencia, 3.500, son los que viven aquí pero no están en el censo porque cuando pedimos esa información no nos la dan por diferentes motivos y es imposible calcular con exactitud cuántos españoles viven aquí. Busco fórmulas para poder saber cuántos hay, con las altas de la electricidad o los impuestos.
P. Muchos guipuzcoanos viven en Hendaya porque la vivienda es más barata y porque se benefician de ayudas sociales y fiscales.
R. Es una cuestión delicada. Si la Administración decide que tienen derecho a ayudas no voy a cuestionarlo. Pero es posible que haya gente que se beneficie.
P. ¿Qué pasa con el TAV?
R. Aquí tenemos una mancomunidad que es contraria al TAV [tren de alta velocidad]. Hendaya forma parte de esa mancomunidad y nos solidarizamos en contra de que se haga una línea nueva desde Bayona hasta la frontera. Pensamos que la actual es suficiente llevándose a cabo una renovación. Creemos que es una obra innecesaria que afecta a muchas partes implicadas.
Jean-Baptiste Sallaberry
Jean-Baptiste Sallaberry (Hendaya, 1940) ganó en 2008 las elecciones al frente de una lista plural con el propósito de acabar con la especulación urbanística. No milita en ningún partido pero se define como un hombre de centro. El empresario, que se desenvuelve con soltura en euskera y castellano, dirigió la empresa de transportes Sallaberry y fue presidente de la ikastola de Hendaya. Actualmente, es vicepresidente de la Comunidad de Comunas del Sur del País Vasco y del Consorcio Transfronterizo Bidasoa-Txingudi.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.