Uno de los nuestros

Las primarias son unas elecciones raras. Por un lado, se parecen mucho a las normales: candidatos con agendas que hierven, equipos de campaña, actos programados más o menos multitudinarios, debates en varios formatos, fotos de inicio de campaña, como esta misma de ayer en el hotel Arts... Pero, por otro lado, difieren de las elecciones normales en algo fundamental: el votante del candidato es uno de los suyos, militante o simpatizante de su mismo partido. A propósito de uno de los nuestros: esperaba yo a Hereu y Tura a la entrada del hotel Arts, cuando a quien vi llegar, lo juro, fue a Robert De Niro, que está rodando en Barcelona la película Red lights, de Rodrigo Cortés. Mi instinto paparazzi me hizo tomar su mismo ascensor y tenderle la mano, mientras le daba trato de "maestro", que es lo que me sale por deformación ante los divos. Robert dejó caer una sonrisa helada entre Jack La Motta y Don Vito Corleone. Menos mal que se bajó en el primero, de lo contrario me funde.

Abochornado, yo proseguí hasta el ático, que era donde estaba citado con los primarios alcaldables. No tardó en llegar Jordi Hereu. "¡Caramba, tú, solo por estar en la suite presidencial del hotel Arts, ya valía la pena montar estas elecciones!", bromeaba a voz en cuello, mientras visitaba las suntuosas dependencias (mueble bar presidido por whisky Aberfeldy 21 años). "Suite presidencial...", rumiaba picarón el alcalde: "El mismo nombre ya te pone".

Al cabo se presentaba Montserrat Tura, con cara de que el lujo la ponía más bien poco. Se fue directa a posar para la foto, comentó que la campaña le parece "demasiado larga", al no haber entre nosotros "tradición de primarias", y luego cada uno se fue a lo suyo. Yo aún me quedé un rato para ver si me topaba con otro de los nuestros, Sigourney Weaver, compañera de Robert De Niro en la película de Cortés. Pero no cayó esta segunda breva.