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Mascarell creará una ventana única para las subvenciones

Carles Geli

A la espera de poder tocar euros que permitan inversiones notables (que quizá lleguen en la segunda parte de la legislatura), el consejero de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, ha decidido sacar su seny noucentiste y "reordenar la Administración cultural pública". Esa será la primera de las líneas de actuación de su equipo, que ayer presentó en público en Barcelona.

"No nos ha de dar miedo recortar o simplificar. La Administración cultural catalana nació hace 30 años y ha ido creciendo y acumulando, ahora toca zarandearla", afirmó. La simplificación de estructuras comportará la creación de una ventanilla única de subvenciones. "Es un anhelo del sector. Hoy hay cinco sitios: se trata de crear un portal y una mecánica únicas".

"No nos ha de dar miedo adelgazar o cortar estructura", avisa el consejero

Esa política de adelgazamiento incluirá también una inevitable reducción presupuestaria que se intentará que "solo repercuta en la estructura" y no en las actividades. "No haremos disminuciones lineales; estoy por posponer programas, aunque sea más arriesgado", afirmó Mascarell, que por vez primera hará que los responsables de los grandes equipamientos deban trabajar con un presupuesto menor y con contratos programa.

El segundo eje fuerza del mandato de Mascarell será lo que bautizó como "acuerdo para la cultura", rescatando el espíritu de la política que él mismo lanzó en 1999 desde el Departamento de Cultura de Barcelona. "Hemos de llegar a un pacto entre la Administración y la república de las letras y entre instituciones". En su opinión, es factible buscar un nivel de coincidencias entre todas. "Conozco el programa cultural de todos los partidos y sé que las concomitancias son muchísimas; la cultura catalana no es la política catalana", sentenció poco antes de decir que su plan de objetivos es "a 1, 4 y 10 años: no se puede hacer todo en una legislatura", ni ha de coincidir con ellas.

Como la liturgia también es información, Mascarell (que el día 16 comparecerá en el Parlament) se presentó con su equipo directivo (ocho personas, incluido el director del Institut Ramon Llull, Vicenç Villatoro), pero sin nadie del Conca ("fue a los primeros que visité como consejero; ahora presentamos un equipo"). A su derecha dispuso a Fèlix Riera, responsable del Instituto Catalán de Industrias Culturales, y a su izquierda al secretario general del departamento, Xavier Solà. El primero constató la necesidad de adecuarse al "cambio de modelo productivo irremediable que introduce la digitalización en la cultura"; el segundo, el requisito de contar con indicadores fiables del sector. En el fondo, lo mismo que dijo su jefe: saber qué hay, racionalizar y ver qué hacer con la cultura catalana en el siglo XXI.

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Sobre la firma

Carles Geli
Es periodista de la sección de Cultura en Barcelona, especializado en el sector editorial. Coordina el suplemento ‘Quadern’ del diario. Es coautor de los libros ‘Las tres vidas de Destino’, ‘Mirador, la Catalunya impossible’ y ‘El mundo según Manuel Vázquez Montalbán’. Profesor de periodismo, trabajó en ‘Diari de Barcelona’ y ‘El Periódico’.

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