"Nunca me preocupa un jugador"
Ricardo (Madrid, 1971) está acostumbrado a todo. A jugar en la élite (Atlético, Manchester United) y en la clase media (Valladolid, Racing, Osasuna). A viajar, "salvo al Sur, con lo que a mí me gusta el calor". A enfrentarse a grandes futbolistas y grandes encuentros. Sus 39 años dan para mucho. Y está acostumbrado a que, últimamente, en Osasuna le buscaran siempre una alternativa que a veces le dejaba en el banquillo para retornar de inmediato. Ahora lleva jugados todos los minutos de todos los partidos de la Liga, dejando a Riesgo, su último oponente, en el banquillo. Hoy le espera el Madrid. Sinónimo de trabajo.
Pregunta. Los jugadores siempre dicen que estos son los partidos soñados. ¿Piensa lo mismo un portero?
"Ante el Madrid hay que jugar con una presión que le impida estar a gusto"
"Cristiano siempre corre a esa velocidad, con el balón en el pie y la cabeza levantada"
Respuesta. En la temporada hay muchos partidos señalados que cualquier futbolista quiere jugar. Este es uno de ellos, de esos que te motivan. Y a un portero, aún más. Los grandes futbolistas deben asumir los grandes retos, no conformarse con lo fácil. Lo bonito es lo difícil. Y esto es difícil, pero ganar no es imposible.
P. Pero usted sabe que descanso va a tener poco ante un equipo tan directo como el Madrid.
R. En teoría, los equipos grandes llegan más a puerta, pero no siempre es así. A veces, tienen la virtud, para ellos, de llegar en tres ocasiones y meterte cuatro goles. No sé cómo lo hacen, pero ocurre. Y tú no has trabajado tanto.
P. En otros partidos ante el Madrid, recomendaba a sus defensas que impidieran al rival que levantase la cabeza.
R. No es nada fácil conseguir eso. Lo que nos corresponde es efectuar una presión importante que les impida jugar a gusto. Los grandes jugadores siempre juegan con la cabeza levantada. Basta fijarse en Cristiano Ronaldo, que siempre corre, a esa velocidad suya, con el balón en el pie y la cabeza levantada. Lo importante es la presión para que no puedan jugar a su estilo.
P. La fortaleza de Osasuna en su campo se supone que es un aval para afrontar este tipo de envites.
R. En casa, ciertamente, estamos bien. Pero la verdad es que la mayoría de los equipos de la Liga están apretando mucho en sus estadios. Cada uno tenemos nuestro truco pillado al terreno, a sus dimensiones, al público..., pero luego hay que jugar. Lo nuestro está claro. Sobre todo en casa, hacer presión asfixiante, muy arriba, para ir acorralando al contrario. Y con un equipo como el Madrid no cometer fallos porque no suelen perdonar.
P. ¿Qué le preocupa más como portero: la verticalidad de Cristiano Ronaldo o la sorpresa de Di María?
R. No me preocupa ninguno. Ni estos ni otros. Ninguno. Nunca me preocupa un jugador. Para mí, es un honor enfrentarme a los mejores futbolistas. Pero jamás me preocupan. Lo cierto es que ambos se complementan y que el Madrid, si está peleando con el Barça, es porque ha conseguido armar un equipo muy importante.
P. En los últimos años, cada temporada le ponían un oponente a la titularidad. Sin embargo, actualmente, ha jugado todos los minutos de todos los partidos. Es indiscutible.
R. Gozo de la confianza del técnico [José Antonio Camacho] y las cosas me están saliendo bien. Pero los años me dicen que esto es un deporte de equipo. Lo importante no es tu problema, sino las soluciones generales. Cuando estás sin jugar, es frustrante. Te sientes como un futbolista no válido, llegas a pensar que no vales para esto.
P. Supongo que haber jugado en tantos equipos y en distintas circunstancias le habrá hecho valorar la paciencia.
R. Cada caso es una circunstancia distinta. Ahora las cosas van muy bien para mí porque juego los partidos, pero la clasificación dice que aún no hemos cumplido los deberes. Se buscan 42 puntos y en la primera vuelta no hemos conseguido los 21 correspondientes. Así que toca apretar los dientes contra el Madrid y contra el resto de equipos.
P. ¿Qué se le ha pegado de su estancia en Navarra, del carácter navarro?
R. Sobre todo, el acento. Eso me dicen en Madrid.
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