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Restaurar el cuadro dañado en el Guggenheim costó 2.270 euros

La restauración del cuadro expuesto en el Museo Guggenheim que fue dañado de forma intencionada por un visitante costó 2.270 euros. Esta cantidad deriva fundamentalmente del cómputo de las horas de trabajo que dedicaron los técnicos del departamento de restauración de la pinacoteca a la reparación de la rotura causada en el lienzo y los rasguños en la capa de pintura, según explicó ayer en las Juntas Generales de Vizcaya la diputada de Cultura, Josune Ariztondo.

El agresor, detenido por la Ertzaintza tras ser inmovilizado por los servicios de seguridad del museo, ha abonado ya los gastos de restauración. La denuncia por un delito de daños interpuesta por el Guggenheim se encuentra en tramitación en un juzgado de Bilbao.

La obra Booz recibe la herencia de Elimelec, del artista Jan Victors formaba parte de la muestra La Edad de Oro de la pintura holandesa y flamenca del Städel Museum, integrada por más de un centenar de pinturas del siglo XVII, que fue clausurada el pasado fin de semana después de ser visitada por más de 300.000 personas.

El joven acusado de la agresión entró en la mañana del 22 de octubre de 2010 en el Guggenheim con el carné de amigo del museo. Sobre las 11.17 horas accedió a la sala donde estaba colgada la obra de Jan Victors y llamó la atención de la vigilante de la sala al traspasar la línea de separación de los cuadros. Cuando la vigilante se dirigía hacia él para pedirle que guardara la distancia de seguridad, el joven levanto el puño en el que ocultaba una navaja de pequeñas dimensiones para agredir el cuadro. La vigilante consiguió agarrarle pero no puedo impedir que realizara una incisión en el lienzo, de unos tres centímetros de longitud. El agresor fue inmovilizado tras un breve forcejeo durante el que logró realizar varios arañazos en la pintura.

La intervención sobre el lienzo dañado fue realizada íntegramente por los restauradores del Guggenheim después de ser autorizados por los técnicos del Städel Museum, de Fráncfort. El daño causado fue de "carácter menor", según evaluaron los expertos, y el cuadro volvió a la sala de exposición en dos semanas. El ataque hizo que se extremaran las medidas de seguridad, colocando una protección en una obra de grandes dimensiones y una alarma electrónica en otra pieza.

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