En la calle y echando humo
¿Quién ha tenido la feliz idea de poner en marcha en pleno invierno una ley que obliga a los fumadores a salir a congelarse en medio de una conversación o una taza de café o al inicio de una sobremesa?
No es de extrañar que las protestas hayan empezado en la ciudad de Palencia. No sería de extrañar que les siguieran las de Burgos, Teruel o Cuenca. De haber echado a andar la ley antitabaco en julio, los mismos que ahora protestan hubieran encontrado saludable echar su cigarrito al aire libre, un pitillo en una mano y el vaso en la otra, o sentados en una terraza descubierta. Quizá así el invierno les habría cogido casi habituados y, por lo tanto, más conformes.
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