El Ayuntamiento insiste en que la Generalitat incluya la Biblioteca Central en la red municipal

"El escenario es más fácil con Mascarell para que la Biblioteca Central Urbana acabe integrada en la red de centros municipales, aunque no ha habido todavía contactos con el nuevo consejero de Cultura", aseguró ayer Jordi Martí, delegado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona. "El entonces regidor de Cultura y yo mismo solicitamos a la Generalitat que se integrara en el consorcio creado en 2001 entre Ayuntamiento y Diputación para gestionar la red de bibliotecas de la capital catalana", recordó Martí. Entonces la biblioteca provincial era una entelequia, tras los continuos retrasos que había sufrido. Pero ahora se sabe dónde se construirá y la obra ya tiene plazos: este año se presentará el proyecto ejecutivo que realiza el estudio que dirige el arquitecto Josep Maria Miró y está previsto que abra sus puertas en 2015, tras invertir el Ministerio de Cultura 37,4 millones de euros.

En octubre pasado, cuando el Ayuntamiento expresó sus intenciones de que la nueva biblioteca fuera "la guinda del plan de bibliotecas", la consejería dirigida por el republicano Joan Manuel Tresserras negó tal posibilidad y aseguró: "El tema quedó zanjado hace cinco años, cuando se planteó por primera vez".

Ayer Martí afirmó que la incorporación de la Generalitat al consorcio "sería lo normal y que lo haría aportando la gestión de la biblioteca provincial". "De hecho está pensado que el despacho de la presidenta del consorcio esté ubicado en la propia Biblioteca Central", puntualizó.

Durante la presentación del nuevo edificio que acogerá la Biblioteca Agustí Centelles -especializada en fotografía- desde mayo (calle de Urgell, 145), Martí y el alcalde de la ciudad, Jordi Hereu, valoraron el Plan de Bibliotecas 1998-2010, que ha terminado con 36 equipamientos de barrio, seis en construcción y tres en proyecto, más de siete millones de usuarios y como el servicio urbano más valorado por los barceloneses, por encima de otros, como el metro o los mercados. El Ayuntamiento trabaja con el horizonte de 50 bibliotecas para 2020 y el reto de adaptar estos centros a los nuevos usos sociales y tecnológicos del siglo XXI.