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Los antisistema echan un nuevo pulso con una ocupación en la Via Laietana

Los Mossos desalojaron anoche el edificio para evitar otro 'caso Banesto'

Los colectivos antisistema echaron ayer un nuevo pulso a Barcelona. Cuatro meses después de la toma del Banesto, en plena plaza de Catalunya, los okupas repitieron estrategia y entraron en otro edificio emblemático del centro de la ciudad: los antiguos multicines del grupo Balañà, en la Via Laietana. La ocupación se acometió, de tapadillo, el martes -eso afirman al menos los portavoces del colectivo-, pero no se hizo pública hasta ayer, en una manifestación para calentar motores con vistas a la huelga del próximo 27 de enero, convocada por los minoritarios CNT, CGT y SOC.

La toma de los cines, de nueve salas y cerrados desde hace 10 años, cogió por sorpresa a la policía. En la manifestación, que estaba autorizada, participaron unas 400 personas que hicieron pintadas en tiendas a lo largo del recorrido. La marcha partió de la plaza de Sants y tenía previsto llegar a la de Sant Jaume. Pero los antisistema, organizados en torno a la llamada Asamblea de Barcelona -la misma que convirtió en centro de operaciones la sede del Banesto durante la huelga del 29-S, que acabó como el rosario de la aurora-, se detuvieron de golpe en la Via Laietana.

Los okupas daban a conocer su as en la manga. Las persianas metálicas del inmueble se abrieron y decenas de personas, algunas cubiertas con pasamontañas, entraron. Otros manifestantes siguieron en la calle y en ese momento la policía decidió dar por terminada la marcha. Comenzaban los incidentes.

"Les habla la policía, tienen cinco minutos para abandonar la calle o intervendremos", anunciaron los responsables del dispositivo. El mensaje fue recibido con silbidos por los jóvenes, que permanecieron en la Via Laietana y sufrieron una primera carga de los antidisturbios, que, posicionados en ambos extremos de la calle, cayeron sobre ellos como una tenaza. Las sucesivas cargas policiales dejaron escenas bien conocidas en Barcelona, aunque en esta ocasión no hubo que lamentar heridos graves ni incidentes de magnitud. A última hora de ayer se desconocía el número de detenidos y heridos. Mientras el cordón policial custodiaba a unas 30 personas en la calle, los ocupantes lanzaban desde las ventanas consignas del tipo "¡guarda la pistola, pistolero, que no hace falta!".

Para evitar un nuevo caso Banesto, el Departamento de Interior decidió que lo más conveniente era desalojar el edificio. De inmediato. Al filo de la medianoche, los mossos irrumpieron en los cines después de romper las puertas con martillos y una sierra radial. Los ocupantes salieron, uno a uno, con relativa tranquilidad. Anoche no trascendieron los detalles de la operación de desalojo, aunque su preparación fue compleja. Para empezar, se desconocía cuántas personas había en el inmueble (resultaron ser más de 300). Los Mossos también estudiaron la estructura de los cines para entrar con garantías. A lo largo de la tarde hubo contactos entre la policía, el juez de guardia y los propietarios que desembocaron en el desalojo.

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