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TELEVISIÓN

Lo más crudo de la recesión arrasa en EE UU y llega a España

Una familia ahogada en el alcohol protagoniza 'Shameless'

La Gran Recesión, la de ahora, ha pegado fuerte en los barrios de clase obrera de Chicago. Y esa cruda realidad aflora de forma salvaje, aunque con ternura y un humor muy ácido, en Shameless. El estreno de la tragicomedia hace dos semanas en EE UU marcó el mejor arranque de temporada en Showtime -la cadena de las series problemáticas- desde Dead like me, hace siete años.

Al cáncer (Big C), al asesino en serie (Dexter) y a la traficante de marihuana (Weeds) se le suma ahora la brutalidad de la pobreza de los Gallagher. La serie, protagonizada por William Macy y Emmy Rossum, está basada en la original creada con el mismo título por el británico Paul Abbott. Mañana se emite el segundo episodio en Canal + Comedia, en versión original subtitulada.

Macy, nominado al Oscar por Fargo, es el patriarca (Frank) de una familia disfuncional, que utiliza la ayuda pública para emborracharse. En el primer episodio tuvo un papel más bien secundario. La protagonista fue Rossum (Fiona), la hija mayor, sobre la que recae toda la responsabilidad. Trabaja donde puede para mantener a sus cinco hermanos. Cuando Frank no fuma ni bebe ni insulta a la gente, está en el suelo tirado mientras sus hijos se las apañan para pagar la factura de la luz y no comerse los minutos que tienen a disposición para hablar por el móvil que comparten. Junto a Rossum, conocida por su papel en El Fantasma de la Ópera, completan el reparto Joan Cisak y Pej Vahdat.

Quizás el personaje más complejo en el arranque de la temporada sea el que interpreta Cameron Managhan. El segundo episodio ayuda a introducir al resto de los miembros de la familia y a mostrar sus miedos. De esta manera, Showtime se distancia de otras series de padres de dudosa conducta de clase acomodada.

La extrema pobreza, como la de los Gallagher, es algo de lo que es complicado hacer comedia, porque se corre el riesgo de caricaturizarla. Tampoco de la brutal adicción al alcohol que sufre Frank. Y luego está la trampa de los tópicos que se atribuyen a familias de clase obrera y raza blanca en EE UU.

El primer episodio atrajo a 982.000 espectadores en la primera emisión, que creció a lo largo de la noche con las repeticiones. La serie producida por John Wells superó así el inicio de la cuarta temporada de Californication y los estrenos de series con largo recorrido como Los Tudor.

William Macy, en <i>Shameless</i>.
William Macy, en Shameless.

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