El mejor premio del campeón

Con una profunda emoción, el futbolista Xabi Alonso recibió ayer el Tambor de Oro donostiarra en un acto excepcional celebrado la víspera de san Sebastián, que, por los problemas con la agenda deportiva del centrocampista del Real Madrid, rompe con la tradición de que la máxima distinción que concede el Ayuntamiento de la capital guipuzcoana se entrega a mediodía del 20 de enero. "Es uno de los premios más bonitos y entrañables que se pueden recibir", dijo el jugador nada más serle entregado.

No cabía nadie más en el salón de plenos del consistorio, en el que se encontraban el alcalde, Odón Elorza, y las principales autoridades guipuzcoanas, familiares, amigos y donostiarras que quisieron presenciar el momento en que Alonso (Tolosa, 1981) recibía el galardón.

Elorza destaca la "pasión por lo bien hecho" del jugador del Real Madrid

El centrocampista agradeció a su club el permiso para recoger el Tambor

La tamborrada de la Unión Artesana recibió al homenajeado y el tradicional video ofreció un recorrido por la trayectoria del jugador, que empezó en el Antiguoko, jugó en la Real Sociedad, fue cedido al Eibar, logró la Copa de Europa en 2005 con el Liverpool, fichó por el Real Madrid, donde sigue, y con La Roja ganó el Mundial de Sudáfrica del año pasado. Entrenadores, profesores, amigos y colegas resaltaron la categoría humana y profesional del centrocampista dentro y fuera del campo.

Elorza ensalzó los valores del deportista donostiarra y los comparó con los que necesita "una ciudad para no desaparecer en el mundo global en crisis". El regidor destacó su "fuerza de sacrificio, solidaridad y su búsqueda de la excelencia, su pasión por las cosas bien hechas y su creatividad en el terreno del juego". Por eso, el jugador se lleva un "galardón, mitad tambor y mitad Balón de Oro", abundó.

Entonces le llegó el turno al campeón del mundo. "Es un día muy especial y estoy cerca de los donostiarras. Mucha gente cree que he hecho cosas importantes, pero repasando la lista de personas que tienen el Tambor y de su categoría, me doy cuenta de hay otros que también lo merecen y se lo dedicó a ellos también", enfatizó.

No olvidó a su club, que hoy juega con el Atlético la vuelta de los cuartos de final de la Copa, al que agradeció que le haya dado facilidades para estar en San Sebastián en la víspera de la fiesta mayor de la ciudad para así recoger en persona el galardón. El jugador tolosarra, quien recordó con nostalgia sus noches de fiesta en las vísperas de san Sebastián cuando era un adolescente viajó de vuelta a Madrid tras el acto de entrega del premio para la concentración con sus compañeros.

Alonso tuvo palabras de agradecimiento, tanto en euskera como en castellano para su esposa, Nagore, y sus dos hijos, el resto de su familia, sus amigos -miró entonces hacia un palco situado a su izquierda- y a las personas y los técnicos deportivos que le han acompañado durante estos años.

Iñaki Ibañez, amigo y representante del centrocampista, recordó la "guerra que daba ese cabroncete pelirrojo en el campo desde que era un crío", al igual que su pasión por la Real Sociedad, que quedó demostrada cuando el jugador se envolvió en una bandera blanquiazul tras ganar la Copa del Mundo. "Xabi tiene la genialidad de conseguir allá donde esté hacer fácil lo díficil. Para conocerle realmente solo hay que ver como juega: humilde, inteligente, solidario", apuntó Ibañez.

Uno de sus profesores del colegio Ekintza, donde estudió y empezó a dar los primeros regates con el balón, explicaba en el video el secreto de uno de sus pases más característicos, cuando golpea el balón y lo coloca, pese a la distancia, con precisión milimétrico en el pie de su compañero: "Xabi siempre decía que la parábola, figura geométrica que aprendió en las clases, era la curvatura que describe el balón en su trayectoria y que luego la aplicaba jugando".