La memoria de un alcalde eterno
El Ayuntamiento y el PSM rinden homenaje al primer regidor democrático - La huella del Viejo Profesor en Madrid: del Planetario a la plaza de Dalí
Aunque solo fuera por un día, Enrique Tierno Galván volvió ayer a presidir el Ayuntamiento que gobernó entre 1979 y 1986. No fue en la Casa de la Villa, donde el Viejo Profesor leía sus célebres bandos, sino en el Palacio de Cibeles, la flamante nueva sede del Consistorio de la capital que ayer rindió homenaje al primer alcalde de la democracia en el 25º aniversario de su muerte.
Allí estuvo Alberto Ruiz-Gallardón, actual alcalde de Madrid, que destacó "la pasión intelectual de Tierno". También asistieron Ángel Gabilondo, ministro de Educación; José Bono, presidente del Congreso de los Diputados, y Enrique Tierno Pérez-Relaño, hijo del profesor. Y Antonio Rovira, catedrático de la Universidad Autónoma y responsable de la recopilación de las obras completas de Tierno Galván, que se presentaron ayer en lujosos volúmenes.
Antes, los socialistas madrileños recordaron a su alcalde más emblemático en un acto en el cementerio de la Almudena. Jaime Lissavetzky, candidato socialista al Consistorio madrileño en las próximas elecciones, destacó el pensamiento "urbano y municipalista" del profesor. "El homenaje no solo debe reivindicar su trayectoria", añadió, "porque el homenaje de verdad pasa por el futuro".
Tomás Gómez, candidato del partido a la Comunidad, reivindicó el "orgullo de ser socialista", y aprovechó para añadir que el gobierno "de derechas" en la Comunidad "está agotado y es tiempo de cambio".
Veinticinco años después de su muerte, algunos de los proyectos que llevó a cabo Tierno siguen vigentes. Él fue el alcalde que se atrevió a regular el aparcamiento en el centro al instaurar la ORA, con gran protesta popular. También decidió que había que quitar el scalextric de Atocha, una mole de cemento que contaminaba a los vecinos. La operación incluyó la remodelación de la estación.
El alcalde socialista también es recordado en la capital por los patos que llevó al Manzanares. Fue parte de una iniciativa que se plasmó en el Plan de Saneamiento Integral, y que contribuyó a recuperar el río madrileño.
También inauguró Mercamadrid, un proyecto que tardó años en materializarse. No llegó a ver construidos los recintos de Ifema, aunque fue un impulsor decidido del proyecto. Tampoco vio la plaza de Dalí, estrenada pocos meses después de su muerte.
El Viejo Profesor apostó por la integración de los madrileños en la vida municipal, y fomentó las intervenciones de los vecinos en las juntas de los distritos e incluso en el Pleno del Ayuntamiento.
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