Nostalgia de su esplendor
La impronta dada por Tierno Galván a la vida municipal madrileña resulta difícil de medir, por la falta de referentes comparables. Su recuerdo llena de nostalgia a quienes colaboraron con él, ya que todos los consultados asocian aquella etapa con los mejores años de sus respectivas vidas políticas y con el despegue de una fase de esplendor municipal. Supo, además, rodearse de personalidades de peso político como Joaquín Leguina o José Barrionuevo, a los que otorgó amplia autonomía de actuación. Pese a las inercias de la dictadura y a los resquemores de la derecha, logró granjearse el respeto de los conservadores y estimular a la ciudadanía, dotándola con su ejemplo de energía cívica, al tiempo que consiguió proyectar una imagen amable de Madrid en todo el mundo. A juicio del arquitecto Jaime Tarruell, ex directivo del Colegio de Arquitectos, "Tierno hizo cumplir los planes urbanísticos con rigor, tras un largo languidecer de la vida municipal". El ex concejal Francisco Herrera, de Izquierda Unida, recuerda el respeto mostrado por el Viejo Profesor hacia la izquierda comunista, "con la que cogobernó pese a tener la mayoría absoluta en su segundo mandato", recuerda Juan Barranco.