Batasuna y EA firman otro acuerdo sin mencionar a ETA

La izquierda radical abertzale protagonizó ayer otro capítulo para su nueva estrategia. En un acto político en el que cada detalle estaba medido, firmó otro acuerdo con Eusko Alkartasuna (tras el primero de colaboración estratégica, en junio) en el que reitera su apuesta por las "vías exclusivamente políticas" para lograr la independencia de Euskadi. El documento, al que se incorpora otro partido (Alternatiba, escisión de la IU vasca), no hace ninguna referencia a ETA en sus 13 folios y solo tiene dos párrafos para el proceso de paz con la alusión a "la esperanzadora fase que estamos abriendo".

El llamado "acuerdo por el cambio político y social entre independentistas y soberanistas de izquierda" se asemeja más a un programa electoral, con propuestas concretas sobre la economía, el feminismo o la educación, aunque ninguno de los firmantes aludió a ello. Es, según dijeron, un acuerdo para "avanzar hacia cambios políticos y sociales de calado" en Euskadi.

López insta a la izquierda 'abertzale' a ser más exigente con los terroristas

Ante cerca de 500 personas en Vitoria, los firmantes insistieron en el cambio que supone este acuerdo, que enmarcaron en el "largo plazo". En su análisis de la coyuntura no menciona a ETA y dice que Euskadi está "sacudida por corrientes políticas y socioeconómicas" que inciden en la "conculcación de los derechos individuales y colectivos". Solo en las intervenciones, la abogada Jone Goirizelaia -una histórica abertzale que reapareció para hablar en nombre de Batasuna tras meses en un segundo plano- calificó el anuncio de la tregua de ETA como "histórico y decisión sin precedentes". Censuró la respuesta contraria de la mayoría de los partidos y la atribuyó a que afecta "a sus intereses partidistas y sus cálculos electorales".

Mientras, el lehendakari, Patxi López, instó ayer a la izquierda abertzale, en la primera jornada de su viaje oficial a los Emiratos Árabes, a ser más exigente con ETA, informa Pedro Gorospe. Preguntó por qué el acuerdo no es "a corto plazo y se exige la desaparición del terrorismo". El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, opinó que la tregua debe aprovecharse "para hacer política, y no para ilegalizar" a Batasuna.