El 'caso Rollán' agita el PSM

La decisión de Gómez de mantener a su 'número dos' desata las críticas internas

Madrid - 15 ene 2011 - 07:00CET

Las consecuencias de la sentencia que condena a ocho años de inhabilitación a la número dos del PSM, Trinidad Rollán, crean discrepancias en el seno del partido. Todos los cargos condenados (13 concejales y una diputada socialista) por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) dejarán sus cargos públicos inmediatamente. Aunque, según recuerdan en el entorno de Tomás Gómez, podrían mantenerlos porque la sentencia no es firme. Rollán conserva, además, su puesto al frente de la Secretaría de Organización del PSM. Así lo acordó la dirección del partido, liderado por Gómez.

Que Rollán siga siendo la encargada de controlar el aparato y de elaborar las listas electorales ha desconcertado a numerosos cuadros del partido, que consideran un "error" mantener a la ex alcaldesa de Torrejón de Ardoz. "Pasamos a tener una secretaria de Organización sin autoridad, pero con poder. Rollán está debilitada", confiesa un diputado socialista de la Asamblea de Madrid. El malestar se extiende entre los cargos socialistas. Un histórico dirigente confiesa: "Claro que tengo dudas con la decisión. Pero el partido ha decidido colegiadamente que siga". Según varios dirigentes socialistas, ayer Gómez trató de zanjar la polémica y lanzó consigna: "Si cada vez que nos toquen a uno de los nuestros lo vamos a dejar solo, vaya partido somos".

Varios cargos creen que Trinidad Rollán debería ser apartada temporalmente

"Puede ser un punto débil durante la campaña", según un parlamentario

"Estaban seguros de que no les iban a condenar", dice un dirigente regional

"Es una sentencia no firme", justificó la portavoz Maru Menéndez

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Aun así, muchos concejales, alcaldes y diputados consultados consideran que la decisión de mantener a Rollán podría perjudicar al partido durante las elecciones. Consideran que después de estar atacando al PP por sus imputados en diferentes casos de corrupción, el PSM no puede mantener como número dos a un cargo condenado por prevaricación. "No es lo mismo", subrayan desde la dirección regional del PSM. "Nadie se ha llevado dinero", insisten. Pero lo cierto es que la sentencia ayer dejaba bien claro los términos del delito: "Se trata de una forma de proceder [...] como una farsa seudojurídica inconsistente, burda, clamorosa y, en consecuencia, esperpéntica".

La dirección regional del Partido Socialista de Madrid (PSM), con Tomás Gómez a la cabeza, ha pecado de ingenua. Al menos eso es lo que consideran numerosos cuadros del aparato socialista madrileño. Apostaban a que la sentencia contra Trinidad Rollán -por aprobar en 2001, cuando era alcaldesa de Torrejón, un convenio urbanístico con el informe en contra del secretario y del interventor municipal- sería absolutoria. Pero el tribunal la ha condenado a ocho años de inhabilitación para ejercer cargo público. "Estaban convencidos de que no les iban a condenar", señala un miembro de la dirección ejecutiva regional. La decisión judicial parece haberles pillado con el paso cambiado.

El líder socialista madrileño, Tomás Gómez, evitó ayer a los medios. Rollán sí lo hizo, junto a los otros 10 concejales de su partido condenados, para leer un comunicado en el que anunció que renunciaba al acta de concejal en Torrejón de Ardoz y que no formaría parte de las listas electorales. Pero no admitió preguntas.

Maru Menéndez compareció unas horas más tarde para anunciar que la federación madrileña apoyaba a Rollán y que continuará en el partido. "Es una sentencia no firme que propone la inhabilitación para cargos públicos institucionales, no la muerte civil. Trinidad Rollán va a seguir siendo nuestra secretaria de Organización porque es lo que quiere la dirección del partido", dijo con la voz afectada.

Numerosos cargos socialistas consideran que la decisión de mantener como número dos del PSM a Rollán puede pasar factura en las elecciones. Incluso algunos miembros del entorno del secretario general consideran un error que la ex alcaldesa de Torrejón continúe en la dirección del partido. "Si Rollán no dimite, el PSM no saca más de 30 diputados en la Asamblea [actualmente tiene 42]", señala un parlamentario socialista que durante las primarias apoyó a Gómez. Las dudas apuntaban a las consecuencias electorales. "Puede ser un punto débil durante la campaña. Es una cuestión de la que Tomás tendrá que defenderse constantemente", desliza otro parlamentario que formó parte de la ejecutiva regional durante el primer mandato de Gómez, en 2007. Estas fuentes no han querido identificarse porque la dirección del PSM ha prohibido hacer declaraciones.

"El secretario general no está dando explicaciones a su propio partido. Durante las primarias llamaba a todo el mundo y ahora no coge el teléfono", se lamenta otro cuadro del partido.

Desde la dirección socialista justifican la decisión: "No podemos dar un paso atrás si estamos seguros de su inocencia. No la podemos apartar por miedo a que nos afecte electoralmente. El PP utilizará esto o cualquier otra cosa para atacarnos". Fuentes próximas al secretario general aseguran que Rollán llegó a poner su cargo orgánico a disposición del partido, pero Gómez la convenció de que siguiera. Otros explican que la decisión se ha tomado de forma colegiada.

"Sorprende la valoración que ha hecho Maru Menéndez. Hemos sido muy duros con el PP en sus casos de corrupción. Es verdad que esto no es lo mismo, pero es un delito", señala un alcalde socialista. Una opinión que cobra más fuerza en el seno del PSM es que Rollán debería ser apartada temporalmente de la dirección. "Por lo menos hasta que decida el Supremo sobre el recurso".

La decisión está clara. Rollán seguirá en el PSM. "No por una temporadita, sino por el mandato que tiene hasta el próximo congreso del PSM", dijo Menéndez.

"Volveríamos a hacerlo"

Trinidad Rollán compareció ayer con gesto adusto ante los medios en la sala de prensa del Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz, acompañada por una decena de concejales. Leyó un comunicado y se marchó. Sin contestar preguntas. Sin respuestas. Solo quería dejar clara su postura: "Todos los concejales condenados abandonaremos todas las responsabilidades institucionales". La número dos del PSM insistió en que "moralmente están convencidos de que hicieron lo correcto". La ex alcaldesa de Torrejón aseguró: "Volveríamos a hacerlo". Y recordó que nadie se enriqueció con la decisión. "No tiene nada que ver con la corrupción".

Tomás Gómez tampoco ofreció explicaciones ayer. La encargada de hacerlo fue Maru Menéndez, portavoz del PSM en la Asamblea. Pero las explicaciones resultaron insuficientes para el PP, que sacó toda su artillería para cargar contra los socialistas.

El secretario general del PP madrileño, Francisco Granados, exigió ayer a Tomás Gómez que diera la cara y no se esconda. "El señor Gómez ya puso el listón de su ética en un punto de exigencia cuando dijo que la presidenta tendría que dimitir si se admitía a trámite una denuncia contra funcionarios de la Comunidad. Vamos a ver si está dispuesto a mantener ese listón cuando se ha producido una flagrante ilegalidad en su partido político", lanzó Granados, quien señaló que "estaría bueno que el PSM no respetara las sentencias y se agarrasen al escaño". No obstante, la sentencia no es firme y cabe recurso ante el Supremo. Al recurrir, el cumplimiento de la sentencia quedaría en suspenso y los condenados podrían mantener sus cargos hasta la decisión del alto tribunal.

"El PP no puede darnos ningún tipo de lección. Tiene diputados que ocupan sus escaños en la Asamblea inmersos en una trama de corrupción como la Gürtel", recordó Menéndez.

Una doble vara para medir las irregularidades

Las actuaciones de los principales partidos ante las decisiones judiciales que afectan a sus dirigentes son dispares. El Partido Socialista de Madrid (PSM) ha defendido siempre la idea de que la política debe estar limpia de irregularidades. Y, por eso, ha actuado con decisión en la mayoría de los casos que les afectaron y acabaron en los tribunales.

En octubre de 2006, el entonces secretario general del PSM, Rafael Simancas, fulminó al ex alcalde socialista de Ciempozuelos, Pedro Torrejón, tras destaparse una supuesta trama urbanística. "Le abrimos un expediente informativo y nos dio explicaciones vagas y poco serias", precisó entonces el secretario de Organización, Andrés Rojo. Torrejón fue obligado a dimitir y suspendido de militancia. El caso se destapó a raíz de una información publicada en Abc en la que se denunciaba un supuesto pacto alcanzado entre un dirigente socialista de Ciempozuelos y una promotora privada propietaria de varios solares en el municipio que pretendía recalificarlos a cambio de unas supuestas comisiones multimillonarias.

En octubre de 2006, El PSM suspendió de militancia al entonces alcalde de Aldea del Fresno, José Luis Tello, por usar su cargo público para hacer negocios con el ladrillo. La decisión se adoptó tras conocerse que el juzgado investigaba nueve denuncias contra el alcalde por supuestas irregularidades urbanísticas. La lista del PSM está repleta de expedientes sancionadores contra cargos socialistas solo por estar investigados en los juzgados.

El PP suspendió de militancia a los alcaldes, concejales y diputados implicados en el caso Gürtel. Aunque los tres populares imputados en la trama aún mantienen su acta de diputado. Además, Esperanza Aguirre fue avisada en varias ocasiones, antes de que estallara el caso, sobre las supuestas actividades irregulares del consejero Alberto López Viejo. En 2002 la alcaldesa del PP de Chinchón dimitió después de tres años de ser inhabilitada. En un caso similar al de Rollán, Ana María Magallares fue condenada a ocho años de inhabilitación por prevaricación al no convocar una comisión de cuentas que el pleno municipal había aprobado. Los tribunales la condenaron y ella recurrió al Supremo, durante los tres años que el alto tribunal tardó en decidir, la ex alcaldesa se mantuvo en su cargo.