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Cambio piso sin ascensor por un bajo adaptado

Un plan municipal pionero da viviendas accesibles a ancianos cuya casa se alquila a jóvenes en Alcorcón

Carmen Morán Breña

Los 81 años de Leonor ya no daban para subir tantas escaleras. El tercer piso en el que vivió durante años se estaba convirtiendo en una cárcel. Para colmo, su hijo Jesús, afectado de poliomielitis, arrastra una pierna con ayuda de la muleta. Ahora viven en un bajo adaptado para personas con discapacidad de una urbanización recién estrenada a las afueras de Alcorcón (Madrid). Tan nuevo es el barrio que las plantas de los jardines aún no han crecido y los albañiles parchean todavía defectos de las obras. Leonor coge su bastón y se refiere con sorna al aspecto desangelado que muestra aún la explanada del patio: "Ahora paseo por aquí, doy la vuelta al paraíso este", se ríe. Pero ¿está contenta o no? "A la vista está, aquí no hay escaleras", reconoce sin abandonar la socarronería. Después saldrá a relucir lo que importa: las caídas en el antiguo piso del centro de Alcorcón, en la bañera, de las que no quiere ni acordarse, las escaleras que ya no bajaba casi ni para comprar el pan. "Aquí me agarro estupendamente en la ducha. Estoy mejor, qué voy a decir, la verdad".

Al otro lado, en el centro de la ciudad, una joven pareja de novios va a instalarse en un segundo piso sin ascensor. Escaleras a ellos. La vivienda, ahora vacía de muebles, la ha cambiado un matrimonio de ancianos por otra casa adaptada, como la de Leonor.

Así funciona el Plan Permuta de este ayuntamiento madrileño en el que están implicadas tres concejalías: Vivienda, Asuntos Sociales y Juventud. Se están construyendo 6.000 viviendas en el llamado Ensanche Sur y una vez que se han ido ocupando han quedado libres algunas del 5% reservado a personas con discapacidad. Serán en total 137. Por ahora han recibido la solicitud de 101 ancianos de los que 43 ya han estrenado su nueva casa, solos o con sus parejas.

Así que ya hay 43 pisos liberados. Y aquí entra en juego la Concejalía de Juventud, mediante una bolsa de vivienda que, para este plan, prima a jóvenes que buscan su primera emancipación. Los límites los marca la edad, de 22 a 30 años.

"El piso nos sale por 400 euros y tiene 58 metros cuadrados, tres habitaciones, un cuarto de baño, cocina y salón. Todo es muy recogidito, pero está bien, habrá que arreglarlo un poco y ya está", dice Francisco Sánchez. Él y su novia están empleados en un centro comercial y este alquiler les permitirá ir al trabajo en cinco minutos. "Vamos a ahorrar también en gasolina, porque antes teníamos que venir desde un pueblo de aquí al lado: 25 minutos, si no había atasco. Además, me han dicho que pida la ayuda de emancipación del Ministerio de Fomento y el alquiler se me puede quedar con eso en 190 euros".

El Plan Permuta tiene, para su alcalde, Enrique Cascallana, dos características que lo hacen singular: "Por un lado permite a nuestros mayores y discapacitados una vivienda adaptada a sus necesidades y, por otro, traslada jóvenes al centro, lo que favorece la regeneración del tejido social y económico en barrios que estaban muy envejecidos". Además, Cascallana destaca la posibilidad para los jóvenes de emanciparse con un alquiler barato. "Creemos que es un plan único, lo singular es que no se traslada la propiedad, sino el uso de la vivienda", añade.

Ahora, Leonor y su hijo Jesús muestran su nueva casa con orgullo. El cuarto con la ducha a ras de suelo y con asideros, las llaves de la luz a una altura apta para las sillas de ruedas. Y Leonor vuelve a la nostalgia. "Yo echo de menos a mis amigas del centro, y a las vecinas que eran como hermanas. Aquí no tengo amigas y a mí me gusta mucho la compañía. A veces me llaman". También recuerda sus plantas en la terraza.

Mientras, Jesús, su hijo, se alegra de las ventajas de tener ascensor en el garaje, que le permite "subir en un carro las compras desde el coche hasta la casa", Leonor echa en falta los comercios a pie de calle. La urbanización está aún un poco desolada, pero es que los inquilinos todavía están llegando. Con ellos llegarán las tiendas.

Jesús y Leonor viven en Alcorcón en una nueva casa adaptada.
Jesús y Leonor viven en Alcorcón en una nueva casa adaptada.CARLOS ROSILLO

Condiciones

- Ancianos. Podrán optar al piso adaptado ancianos de 70 o más años.

- Discapacidad. Tendrán derecho aquellos con una calificación por discapacidad de 65% o más de minusvalía y afectados de movilidad.

- Cesión. Los que ceden su piso mantienen la propiedad y pagan la comunidad.

- Sueldo. Hasta los 75 metros cuadrados el alquiler del piso será de 400 euros. Si es mayor, 450 euros. El alquiler no puede superar el 40% de los dos sueldos de la pareja.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.
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