Euskadi y Aquitania constituirán en un mes la nueva eurorregión
Una cumbre en Vitoria alumbrará el ente supranacional con sede en Hendaya
Los Gobiernos de Euskadi y Aquitania celebrarán en Vitoria una cumbre transfronteriza, previsiblemente el próximo 4 de febrero, en la que se formalizará la constitución de una eurorre-gión que pretende estrechar los lazos entre ambas comunidades y dotarles de un mayor peso en el conjunto de la Unión Europea. El encuentro se producirá 14 meses después de que los mandatarios de ambas regiones, el lehendakari, Patxi López, y el presidente del Consejo Regional de Aquitania, Alain Rousset, firmarán en noviembre de 2009 un protocolo para crear la mencionada eurorregión.
Después de 12 años intentando concretar un acuerdo transfronterizo para crear una entidad supranacional entre Euskadi y Aquitania, el Ejecutivo vasco y el aquitano han conseguido finalmente superar las barreras políticas y jurídicas que impedían constituir la eurorregión. El nuevo órgano tendrá personalidad jurídica como Agrupación europea de cooperación territorial (AECT). Su sede estará ubicada en Hendaya y contará con un plenario de 20 miembros -diez de cada región- y una comisión ejecutiva de seis integrantes, también paritaria, según fuentes del Ejecutivo autonómico vasco.
20 miembros formarán el plenario y seis la comisión ejecutiva
Los Gobiernos de España y Francia deberán dar el visto bueno al acuerdo
La Dirección de Acción Exterior del Gobierno vasco y su equivalente en Aquitania han celebrado siete reuniones a lo largo del pasado año para ir perfilando la creación de la eurorregión y consensuar los estatutos que la regirán. Precisamente, el borrador de estos estatutos ya ha superado la tramitación interna por parte de cada uno de los Gobiernos, por lo que ya solo resta su aprobación definitiva mediante la firma que López y Rousset estamparán en la inminente cumbre de Vitoria.
Con la firma de los estatutos, la eurorregión vasco-aquitana quedará a expensas de que los Gobiernos de España y Francia den el visto bueno a la operación, un trámite obligatorio que los impulsores del proyecto ya han ido trabajando en los respectivos ministerios de Madrid y París. Los textos legales (convenio de constitución y estatutos) deberán inscribirse en un registro del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, lo que habilitará a la eurorregión vasco-aquitana para desarrollar su actividad administrativa.
La comisión que ha guiado la creación de la eurorregión entre Euskadi y Aquitania está redactando, asimismo, un plan estratégico en el que se fijarán las principales actuaciones que se pretenden impulsar. Durante el presente ejercicio funcionará con una asignación económica "provisional" y el primer presupuesto como tal será el correspondiente al año 2012, aseguran las mismas fuentes.
La figura de una agrupación europea de cooperación está recogida en la normativa comunitaria como un "instrumento de colaboración" entre dos regiones de Estados miembros, según consta en el reglamento número 1082 de 2006 del Parlamento y el Consejo europeos. Estas agrupaciones tienen como objetivo "reforzar la cohesión económica, social y territorial" de sus integrantes. A esta fórmula se han acogido, entre otras, las eurorregiones Pirineos-Mediterráneo (agrupa a Aragón, Cataluña, Baleares, Languedoc-Roussillon y Midi Pyrénées); la de Galicia- Norte de Portugal o la del Duero-Douro (entre Salamanca, Zamora y varios territorios portugueses). En el conjunto de la UE están registradas cerca de un centenar de agrupaciones de este tipo.
La AECT que Euskadi y Aquitania van a crear ahora pretende ser "lo más efectiva posible" en asuntos como la conexión ferroviaria entre el AVE vasco y el tren de alta velocidad francés (TGV). Es una prioridad de ambos gobiernos resolver la incompatibilidad de los trazados ferroviarios a cada lado de la frontera. El acuerdo también contempla mejorar la cooperación en infraestructuras, alimentación, agricultura, educación, formación profesional y en inversión empresarial, además de impulsar el euskera y la cultura.
En la cumbre celebrada en Burdeos a finales de 2009, el lehendakari expresó su deseo de que otras comunidades limítrofes, como Navarra y Aragón, se involucren en este proyecto transfronterizo. Aunque la invitación sigue firme, estas dos regiones no van a sumarse al proyecto vasco-francés. El Gobierno navarro, en manos de UPN, lo rechazó de plano. "Una comunidad foral con 100 kilómetros de frontera con Francia y otros tantos con Euskadi tiene cabida en esta eurorregión, aunque el Gobierno [vasco] no quiere interferir en otras instancias, sobre todo cuando en pocos meses se abrirá un periodo electoral en Navarra", afirma un portavoz de Presidencia.
Una relación larga pero infructuosa
La formalización de una eurorregión vasco-aquitana da carta de naturaleza a una aspiración que Euskadi y Aquitania venían persiguiendo desde tiempo atrás. Las relaciones entre sus Gobiernos siempre han estado presididas por las buenas intenciones, pero nunca acababan de plasmarse en acuerdos concretos, más allá de la firma, en marzo de 2007, de un protocolo para conformar la denominada Conferencia Eurorregional, un órgano de cooperación transfronteriza sin personalidad jurídica que sellaron el ex lehendakari Ibarretxe y el presidente de Aquitania, Alain Rousset.
La nueva eurorregión, que englobará a una comunidad de unos seis millones de habitantes, acumula muchos años de colaboración, principalmente entre los territorios más próximos. La Diputación de Guipúzcoa ratificó recientemente con el Departamento de Pirineos Atlánticos el acuerdo que mantienen para acentuar su hermanamiento. A mediados de octubre, las Cámaras de Comercio de Guipúzcoa y Bayona constituyeron Bihartean, una entidad transfronteriza que trabajará en el desarrollo económico de ambos territorios en áreas como el comercio, los servicios, la industria, la formación y la innovación.
Fruto de la cooperación interterritorial, también está vigente un convenio entre Osakidetza y la Sanidad francesa que regula las emergencias médicas. Con ello se pretende mejorar la asistencia sanitaria urgente y minimizar el efecto frontera.
Otra iniciativa impulsada por los Gobiernos de Euskadi y Aquitania ha consistido en impulsar la creación de un corredor ferroviario atlántico de mercancías. Además, una delegación vasco-aquitana, encabezada por el consejero de Transportes, Iñaki Arriola, y el presidente aquitano, visitó recientemente en Bruselas al responsable de Transportes y Movilidad de la Comisión Europea, Matthias Ruete, a quien transmitieron la necesidad de que el eje estratégico número tres, el que afecta a la zona atlántica, sea considerado prioritario para Europa y obtenga, por lo tanto, el máximo grado de financiación por parte de la Unión Europea.
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