El Congreso de EE UU investiga las filtraciones de Wikileaks

El Partido Republicano y en especial su ala más conservadora, el Tea Party, no están dispuestos a dar un minuto de respiro al presidente Barack Obama en la segunda mitad de su mandato. El nuevo Congreso, en el que los republicanos tienen mayoría en la Cámara de Representantes, se instala oficialmente hoy, pero ya se han anunciado varias medidas para torpedear la gestión demócrata. Los republicanos intentarán derogar la ley sanitaria y la imposición de límites a la emisión de gases contaminantes, aparte de cerrar el grifo presupuestario a los organismos que deben vigilar los mercados financieros.

Pero además, la oposición anunció ayer que abrirá seis investigaciones en el primer trimestre para demostrar los fallos del Gobierno de Obama. A la cabeza está la indagación sobre las filtraciones de los papeles del Departamento de Estado por parte de Wikileaks, que se añade a las investigaciones previstas sobre las causas de la crisis financiera, la corrupción en Afganistán o la responsabilidad del Gobierno en el aumento del desempleo. Al frente del comité que dirigirá los trabajos está el congresista Darrell Issa, quien ha prometido ser el azote de Obama.

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