Fundación Burke
En el artículo publicado en EL PAÍS el 2 de enero de 2011, se afirma que la Fundación Burke, que yo presido, formaría parte de un entramado de asociaciones y entidades vinculadas a una sociedad secreta denominada Yunque. De esa misma información se puede entender, si bien no se afirma, que yo personalmente podría pertenecer a dicha organización secreta.
Escribo para negar radicalmente y taxativamente ambas cosas.
En primer lugar, para negar absolutamente mi pertenencia a ninguna sociedad o asociación secreta, ni católica ni no católica. Mi única filiación, dentro de la Iglesia, es con la Asociación Católica de Propagandistas, a la que pertenezco orgullosamente desde hace 22 años, tras haber pasado 16 años como alumno de una de sus obras, la Fundación San Pablo CEU.
En segundo lugar, para afirmar que la Fundación Burke es una entidad benéfica de interés cultural que no sigue las directrices ni está vinculada ni formal ni informalmente con ninguna otra entidad externa de ningún tipo.
Lamento profundamente, y no me parece correcto, que no hayan siquiera intentado ponerse en contacto conmigo antes de publicar mi nombre.
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