"Es difícil tener los pies en el suelo"

No para de conceder entrevistas, de pisar platós de televisión y estudios de radio, de recoger premios. En los últimos meses no ha pasado más de cuatro días seguidos en su casa. Mejor dicho, en la casa de sus padres, Roser y Julià, un conductor de maquinaria de excavaciones y una administrativa de una empresa de transportes. Marc Márquez (Cervera, Lleida; 17 años) es la gran promesa. Lo es por ganar el título mundial de motociclismo en 125cc y... no poder celebrarlo con una botella de cava. Lo es por cómo lo ha hecho: batiendo récords -es el segundo piloto más joven en anotarse el campeonato, tras Loris Capirossi; el que más poles ha sumado en una temporada, 12, superando a Valentino Rossi; el español con más victorias en un curso en la cilindrada pequeña, 10, más que Jorge Martínez, Aspar­ y ofreciendo exhibiciones inolvidables, como en Portugal, donde venció desde la última posición.

"Cuando era pequeño, no podía ir hacia donde yo quería, sino hacia donde la moto quería"

"Siempre he tenido muchos amigos. Como iba en moto, en el cole me veían diferente"

"Mi sueño era ganar el título algún día, pero nunca pensé en lo que vendría después"

"Tengo más recuerdos por las imágenes que he visto que por lo que viví al ganarlo"

Pregunta. ¿Cómo es Cervera?

Respuesta. Cervera es una ciudad, aunque yo la considero un pueblo porque tiene no más de 10.000 habitantes.

P. ¿Jugaba en la calle de pequeño?

R. Sí, jugaba mucho en la calle. Antes, delante de casa había una explanada donde hoy hay seis casas: allí jugábamos al fútbol y daba vueltas con la moto cuando me la encendían. Todos los vecinos me conocían. Daba vueltas con ella los domingos por la mañana. También jugaba al fútbol en la terraza de casa con mi hermano y los vecinos se quejaban porque la pelota siempre acababa en su casa. Cosas de niños.

P. ¿Cómo recuerda su primera salida con su primera moto, con cuatro años y aquel casco enorme que no le protegía de nada?

R. No recuerdo nada. Era muy pequeño. Pero, por lo que he visto, en las fotos salgo riendo por debajo del casco y eso significa que me lo pasaba bien, que es de lo que se trata cuando empiezas.

P. Siempre le ha faltado envergadura, pero no carácter. ¿Cómo plantó cara a aquel niño que le esperaba a la salida del colegio?

R. Salía corriendo. Porque era pequeño, pero a correr no me ganaba nadie. Y salía pies para que os quiero. Pero, en realidad, siempre he tenido muchos amigos. Además, con aquello de ir en moto, en el cole me veían diferente.

P. Era un genio en matemáticas y discreto en lengua.

R. No estudiaba demasiado. Lo máximo era 15 o 20 minutos. Y, como en matemáticas no había que estudiar mucho, se me daba muy bien. El resto lo iba aprobando con notables y algún bien. Me quedaba con todo lo que decían en clase y no tenía ninguna asignatura que me diera grandes problemas. La que más me costaba era la lengua porque no tengo mucha afición a la lectura.

P. Ahora cursa un ciclo de formación, pero lleva dos meses sin pisar la clase.

R. Después de la gira asiática fui un día porque me pidieron que me pasara por allí a saludar a los profesores y compañeros. Pero no trabajamos nada.

P. Su escasa envergadura ha terminado por definir su estilo, tan fino.

R. Cuando era pequeño, no podía pilotar bruscamente ni ir hacia donde yo quería, sino hacia donde la moto quería. Si te falta fuerza y envergadura, no acabas de tener el control de la moto al 100%. Son cosas que ayudan a tener esa trazada más fina. Este año me he percatado de que, cuando quería pilotar más brusco, lo hacía, pero que me había ayudado mucho el ser pequeño.

P. ¿Qué sacrificios han hecho sus padres por su carrera?

R. Muchos. El primero, dedicar los fines de semana, que es cuando ellos debían descansar de su trabajo, a ir conmigo al circuito a dar vueltas. Seguro que se habrían dado muchos caprichos los fines de semana o ido de vacaciones con el dinero que ahorraban. Sin embargo, cuando tenían algún ahorro, se lo gastaban en mí: comprar una rueda nueva o una moto, siempre de segunda mano, porque no daba para más. Por suerte, su esfuerzo ha valido la pena.

P. ¿Cómo recuerda el día que ganó el título, en Valencia?

R. Tengo más recuerdos por las imágenes que he visto que por lo que yo viví. Pasas la línea de meta y no sabes qué hacer. Es una situación muy extraña. No acabas de disfrutar de todo al momento.

P. ¿Cómo sigue manteniendo la humildad cuando todos le dicen lo bueno que es?

R. Es difícil, a veces, mantener los pies en el suelo porque la gente habla mucho de ti. Eso te ayuda a tirar hacia delante en determinadas ocasiones, pero, cuando un par de carreras salen mal, te hunden fácilmente.

P. ¿Qué frase ha repetido en más ocasiones esta temporada?

R. "El campeonato es muy largo", pero también he dicho mucho aquello de que "la carrera es el domingo" porque, como hacía tantas poles, todos empezaban a decirme que ganaría la carrera.

P. ¿Qué ha sido lo mejor de estos últimos meses?

R. He llegado a leer alguna entrevista que no me acordaba que había hecho. Ha habido tantas cosas... Mi sueño era ganar el Mundial algún día, pero nunca pensé en lo que vendría después. Te encuentras con deportistas como Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo o Toni Elías, que son campeones del mundo, y te cuesta asimilar que tú también lo eres. O cuando ves que grandes deportistas, como Rafael Nadal, te felicitan y dicen palabras bonitas sobre ti, que lo estás haciendo bien, te sientes orgulloso y te exiges seguir al mismo nivel que hasta entonces.