Piratas en Internet, un nuevo modelo
Dicen los medios de comunicación, entre ellos EL PAÍS, que el fundido a negro de las webs de descargas ilegales provocó una reducción del tráfico internauta en nuestro país en torno al 60%. Supone que más de la mitad de nuestro tráfico de Internet no sirve para generar riqueza ni empleo, más allá de la publicidad que estas webs dispensan por doquier.
Es decir, después de ingentes inversiones en desarrollar una gran Red, de promocionar el acceso a la misma de los ciudadanos, de invertir grandes recursos, solo hemos logrado un gran tráfico de archivos, eufemismo que viene a significar música, películas, videojuegos y libros, los cuales no son adquiridos legalmente a los propietarios de los derechos de los mismos ni a empresas que ejecutan esa distribución.
En lugar de contar con una floreciente industria de contenidos abierta al mundo, y en especial a América y los cientos de millones de hispanohablantes, contamos con una pléyade de altruistas ciudadanos que regalan el trabajo de otros a cambio de publicidad en su web, erigiéndose además en los libertarios modernos, garantes de la libertad de expresión que hurtan a sus legítimos propietarios, y promotores del nuevo concepto de cultura gratis, circunstancia que existe desde hace tiempo en nuestra amplia red de bibliotecas públicas donde se puede acceder a todo tipo de contenidos de manera gratuita para los usuarios, que no para el Estado y las diferentes Administraciones.
Desde aquí invito al Ministerio de Industria y a la sociedad a una profunda reflexión acerca de este modelo de negocio de Internet donde más del 60% del tráfico es vano. También invito a las lúcidas mentes internautas a desarrollar modelos de negocio en Internet que puedan reducir, si quiera ligeramente, la gran tasa de paro que atesora nuestro país, entre otras cuestiones gracias a la "bendita" piratería callejera y digital que ha eliminado millares de empresas y destruido cientos de miles de empleos, sin crear ninguna alternativa viable por el momento.- Carlos Grande. Gerente de la Asociación Nacional de Empresarios Mayoristas del Sector Videográfico (Anemsevi). Madrid.
Acoso y derribo. Estas son, a mi parecer, las palabras que mejor definen la actuación que ha llevado a cabo la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, y que tanto daño están haciendo a España. Se apruebe o no la ley que lleva su nombre, el daño ya está hecho. Con esta medida lo que se ha conseguido es abrir la veda de las webs que puedan resultar incómodas a los dirigentes, pero no a los que todos conocemos, sino a los verdaderos dirigentes de nuestro país y del mundo: las grandes empresas, a las grandes multinacionales cuyas manos manejan los hilos que controlan a los políticos y son estos en última instancia los que impulsan las leyes que les vienen dadas desde arriba.
Las mal llamadas webs piratas se han convertido en algo así como la china en el zapato de los grandes dirigentes tanto por las también mal llamadas descargas ilegales o descargas piratas, como por los posibles contenidos incómodos que se puedan publicar en muchas de ellas como es el caso de Wikileaks. Ese gran espacio abierto sin verja ni tapia alguna que era Internet está siendo sometido a un acoso feroz que no persigue otra cosa que su derribo lo que supondría su total control y, por tanto, el de la economía, la información y el conocimiento.
En España la situación es muy delicada y ya no tiene marcha atrás. El objetivo está marcado. Es solo cuestión de tiempo que este Gobierno o el que, posiblemente, está por venir condene a Internet a muerte definitivamente.- Nicolás Aljarilla. Granada
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