La preocupación por el terrorismo desciende hasta mínimos históricos

La teórica apuesta exclusiva de Batasuna por las vías políticas y la confianza en un próximo comunicado de ETA que consolide su alto el fuego han conformado un nuevo escenario político en Euskadi que se ha reflejado en el último Sociómetro elaborado por el Gobierno vasco. Como consecuencia, el terrorismo se ha desplomado entre las preocupaciones de los ciudadanos hasta unos mínimos históricos. Apenas el 19% de la población lo cita entre sus principales inquietudes, 12 puntos menos que en mayo y apenas una tercera parte que en 2004, cuando se situaba como el principal problema.

La sociedad vasca considera que, en el contexto actual de crisis, el Ejecutivo autónomo debe orientar de forma preferente sus esfuerzos hacia la protección del empleo. La política económica, la sanitaria y la de vivienda son las otras tres grandes preocupaciones de los ciudadanos, que relegan en la clasificación una lucha antiterrorista que el Gabinete de Patxi López ha convertido en una de las señas de su mandato. Aun así, la valoración que de ella hace la población se sitúa en un aprobado raspado (5). El sondeo se realizó entre los pasados 15 y 24 de noviembre y fueron entrevistadas 2.198 personas.

El Sociómetro muestra una clara desafección por la política

En términos generales, el Gobierno sigue sin remontar el vuelo. Su gestión recibe una puntuación de 4,5 sobre 10 y la confianza que genera se reduce hasta un 4,2. "No es una mala nota si se mejora con el tiempo y no se registra un cambio brusco para abajo", defendió ayer el responsable de Prospección Sociológica del Ejecutivo, Víctor Urrutia, durante la presentación de los datos.

Parece avalar su afirmación el hecho de que tampoco aprueba ningún partido de la oposición. El PNV se queda en un 4,6, pese a ser el mejor valorado. En contraposición, PP y UPyD reciben el suspenso más contundente con 2,3 y 1,9 puntos, respectivamente. En un baremo intermedio se sitúan Aralar, EB y EA, formación que fue protagonista durante las fechas en las que se realizó el estudio sociológico debido a su ruptura con los peneuvistas en la Diputación de Álava y a su creciente acercamiento a la ilegalizada Batasuna.

Para el Ejecutivo uno de los datos más duros es que solo un 4% de los entrevistados considera que "está resolviendo los problemas del país". Otro 36% cree que sabe cómo solucionarlos, "pero necesita tiempo", mientras que casi la mitad (un 49%) lamenta su incapacidad. En consonancia, apenas un 8% de la población admite que ha aumentado su confianza en el Gabinete de López durante el último año, mientras que para un 34% ha disminuido.

El Ejecutivo vasco y el Parlamento autonómico, no obstante, son las instituciones mejor valoradas por los ciudadanos, pese a que seis de cada diez encuestados confiesan "poca o ninguna" confianza en ellas. Ese índice se eleva hasta el 78% en el caso del Gobierno central y hasta el 83% respecto a los partidos.

La desafección con respecto a la política es evidente y justifica que más de tres cuartas partes de la población se reconozca "poco o nada" interesada en esta materia. Además, el apolítico es el colectivo mayoritario en la tabla de ideologías (29%), por delante incluso de quienes se consideran nacionalistas, liberales, socialistas o ecologistas.

La sociedad se confiesa mayoritariamente de izquierdas, aunque moderada y en una proporción menor que en oleadas anteriores. Considera que la situación económica es "mala" en Euskadi y que ha empeorado, si bien es mejor que en el resto de España, y que tampoco el escenario político es bueno. Su preocupación por la vivienda es superior a la media estatal, en contraposición con la inmigración.